Defensores de la familia acusan al gobierno de Estados Unidos de pasar por alto la salud de los niños, de uno y seis años, para proseguir con el plan que actualmente es impugnado en tribunales.
Durante días circuló en medios sociales una llamada a formar una nueva caravana. Pero la asistencia, aunque grande, no era comparable a las comitivas de 2018 que provocaron la ira del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La atención se otorgó, en su mayoría, a personas extranjeras originarias de El Salvador, Cuba, Honduras y Haití, Guatemala, Chile, Costa Rica, Nicaragua y Bolivia, así como apátridas.