Durante su travesía por México, aquellos que han sido desplazados dejan a lo largo y ancho del país objetos personales que les evocan recuerdos de sus seres queridos o que les son útiles para sobrellevar la separación de sus familias.
La situación provocó debate en redes sociales sobre el control de las autoridades en este grupo vulnerable, así como del actuar de los migrantes en Nueva York.