Volaris dio a conocer que todas las personas afectadas pudieron cambiar su vuelo sin ningún costo adicional; en redes sociales, aseguraron que algunos usuarios tenían síntomas de deshidratación por el calor que se vivía adentro del avión.
Desde que rindió protesta, la diputada Ruth Tiscareño, ha comprado boletos de avión, muebles lujoso y comida en distintos restaurantes, todo con dinero público.