La situación más crítica y lamentable se vivió en la colonia Aguanueva. Ahí, la casa identificada con el número 07, propiedad de la señora Rebeca Zurita, se convirtió en cenizas.
Luego de brindarle los primeros auxilios, Gael Antonio fue trasladado a la clínica local del IMSS. Su estado de salud se reportó como reservado y permanecería en observación.
Los rescatistas tuvieron que lidiar con la presencia de aguas residuales en el fondo de la alcantarilla, lo que representaba un riesgo adicional de ahogamiento para el animal.
María de los Ángeles Juárez Sanguiano, abuela del menor, exigió justicia y responsabilizó al profesor de educación física por no vigilar adecuadamente a los niños.