Las autoridades de Francia describieron el robo: los intrusos utilizaron una plataforma elevadora para escalar la fachada del Louvre, forzaron una ventana, rompieron vitrinas y lograron huir con el botín.
Se dio a conocer que la mujer la sometió a actos sexuales, la golpeó con tijeras y un cúter, y la asfixió utilizando cinta adhesiva. Posteriormente, introdujo el cadáver de la niña en un baúl antes de huir.
De camino a la prisión, el expresidente de Francia emitió un comunicado en redes sociales, reiterando que se estaba encarcelando a “un hombre inocente”.
Aunque la jeringa estaba tapada y contenía solo agua, la acción generó respuestas de terror y pánico en Francia, con víctimas que huían, saltaban o incluso caían al suelo.