Esta Navidad, los bomberos del Estado cenarán unos exquisitos tamales que la corporación les preparó, enviarán besos y abrazos virtuales y seguirán atentos para continuar en apoyo a la ciudadanía.
Después de haber pasado 20 días internada en la UCI de un hospital de California por Covid-19, Margarita tuvo el gesto de prepararle tamalitos a médicos y enfermeras que la cuidaron "de maravillas" durante su padecimiento.
Doña Margarita prometió al personal médico que, si sobrevivía al coronavirus, les cocinaría tamales para Navidad; tras ocho meses después de salir del hospital, cumplió su promesa.
Madre de seis y abuelita de 12, Doña Margarita cumplió su promesa y tras vencer al COVID-19 regaló una “tamaliza” a los médicos del hospital que la atendieron.
Los clásicos tamales, el cabrito y el pavo, son los platillos que se acostumbraban en las casas regiomontanas, algunas veces se hacían en casa o en ocasiones las familias salían a cenar a algún restaurante.
El señor Javier González quién tiene un negocio en la colonia Independencia informó que años atrás las personas se preparaban con varios kilos de masa y ahora solo llevan entre uno y dos.
La señora Adelina Cavazos, quien habita en la colonia Nuevo Repueblo, señaló que la tradición de rezar y compartir tamales ha perdurado durante muchos años, pero ante la situación del Covid-19 no habrá festejo en grande.
Este hecho unió a los vecinos ya que estos han hecho misas, comidas, regalaron tamales, tortas, lo que ha creado una amistad entre los habitantes de la zona.