De acuerdo con los informes, el hoy occiso se encontraba tomando con su amigo y cayó, sin embargo, esta caída le pudo haber provocado la muerte poco más adelante.
Los hechos se desencadenaron el 19 de julio, cuando Luciano Frattolin, hombre canadiense de 45 años, llamó al 911 diciendo que su hija había sido secuestrada.
La víctima, un hombre de 30 años, quedó sentado sobre el suelo, recargado en una barda de madera, unos 50 metros al poniente de la calle Chula Vista, luego de que fue atacado a balazos.