La bomba con la que inicialmente intentaron sacar el agua dejó de funcionar y las cubetas no se dan abasto para la ardua tarea. A dos días de la inundación, Doña Francisca y su familia tienen que dormir en unos cuartos que les prestaron sus vecinos.
De las 24 horas del día, Adriel está fuera casa 15, de las cuales, 9 las destina a su jornada laboral y 6 para viajar en transporte público, 6 más para dormir y solo 3 para realizar actividades recreativas.