Juan María Huerta dijo que este fue un hecho que consternó a la comunidad, pues normalmente se trata con respeto a los sacerdotes, maestros y doctores que llegan hasta la sierra de Durango a trabajar.
Para el obispo de la Tarahumara, José Manuel González, los victimarios que ponen en jaque a la ciudadanía son “gente inocente”, esto en reacción a la Jornada de Oración por la Paz convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).