Takata se declaró culpable de haber falseado informes sobre la calidad de sus bolsas de aire, afectando a Toyota, Honda, GM, Chrysler, BMW, Ford, Subaru, Mazda, Mitsubishi y Nissan.
Al momento del percance ninguno de los participantes resultó lesionado, por lo que no fue necesario la movilización de los servicios de emergencia de la Cruz Roja.