Uno de los vendedores, Christopher Méndez quien junto a su familia ofertan vestidos y sillitas para el niño Dios, explicó que los efectos de la pandemia les han afectado en cuanto a las ventas registradas los últimos dos años.
Vestir al Niño Dios el 2 de febrero para el Día de la Candelaria es una tradición que todavía permanece arraigada en algunos hogares católicos de México.