Enjambre dedica concierto a José José en el Teatro Diana
Cerca de dos mil fans corearon los éxitos de la banda que dedicó "Manía Cardíaca" al Príncipe de la Canción.
“Manía cardiaca” fue uno de los temas que cerca de dos mil bocas corearon anoche en el Teatro Diana durante la velada que ofreció Enjambre, una en la que la banda recordó a José José, “estamos de luto por José José, pero muy felices de estar de vuelta en Guadalajara, le dedicamos esta canción” dijo Luis Humberto, antes de entonar dicha canción.
El gesto fue agradecido por los asistentes y detonó un brindis colectivo en el que más de uno levantó su vaso de cerveza en lo alto y se escucharon gritos entre la multitud como "¡A huevo, como no, salud!".
A esas horas el público había escuchado a los teloneros Andreu y la agrupación ya había encendido el escenario con su más reciente tema “Secuaz” y otros ya bastantes conocidos como “Somos ajenos”, “Dama demencia”, “Celeste”, “Hematófago”, “Intruso”, “Nueve” y la recientemente publicada “Relámpago”.
De “Manía Cardiaca” en adelante el público enloqueció, bailó con el particular punch de la instrumental “Nudo” y coreó entre una lluvia de confetti hasta desgañitarse la conocida y pegajosa melodía de “Dulce Soledad”.
Después de este tema, el beat de la noche se volcó al pausado bordoneo de la lastimera melodía de “Vida en el espejo”, con lo que se abrió un cauce sonoro pausado.
La sincronía de luces con el ritmo de cada tema, la serie de módulos luminosos y pantallas con aire retro que revistieron el escenario y en los que se proyectaron algunas imágenes durante las canciones, todo en conjunto, hizo que la noche fluyera sin sobresaltos.
Tal como lo prometió Julián Navejas, una atmósfera íntima se apoderó del foro, banda y fans se fusionaron en éxtasis. Aplausos, ovaciones iban y venían se fusionaban con las canciones, la algarabía no cesó.
La velada retomó poco a poco la energía con la que inició, primero con “Egohisteria”, luego con el “Tercer tipo” y “Argentum”. "Visita” estremeció el Diana con su estribillo rítmico y los cientos de asistentes que no paraban de cantar ahora volvían a bailar en lo que fue uno de los lapsos más emotivos.
Después vino “Elemento”, “Sábado perpetuo”, y “Enemigo". Una despedida no fue suficiente, el público no quería que se acabara el concierto en el que la agrupación recreó “Y la Esperanza” y aún más, “Cámara de faltas”.
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