Julio Castrillón, el asesino de la colonia San Jerónimo  

ESPECIAL.- Antes que ocurriera el crimen del asesino de Cumbres, en el que estaban involucrados Diego Santoy y Erika Peña Coss, un terrible suceso sacudió a Monterrey en el año 2002.  

Ana Nassar de 13 años se encontraba en la casa de Julio Castrillón, en la colonia San Jerónimo, en Monterrey, un 29 de enero.  

La víctima estaba en la habitación del joven cuando repentinamente la atacó con unas mancuernas deportivas, para posteriormente realizarle heridas con un arma punzo cortante y arrancarle un dedo.  

Debido a la agresión, la adolescente murió de manera instantánea. 

Al tratar de ocultar los hechos, Julio arrastró el cadáver hasta el jardín en donde lo enterró.  

Tras acudir a una terapia con su psicólogo le reveló que tuvo un sueño muy vivido de como realizaba un asesinato.  

El doctor avisó de inmediata a las autoridades pues los detalles los contó con mucha claridad.  

Las autoridades llegaron con una orden de cateo al domicilio, en donde encontraron los restos de Ana quien era buscada por sus padres.  

Durante las investigaciones se habló si Castrillón se encontraba bajo el influjo de alguna droga e incluso se decía que sus progenitores le habían ayudado a ocultar los hechos, pues su padre era militante del partido del PAN.  

En su instancia en el Tutelar de Menores mostró un comportamiento violento y se involucró en varias peleas.  

Finalmente, en el año 2007 fue liberado al cumplir la mayoría de edad.  

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ESPECIAL.- Antes que ocurriera el crimen del asesino de Cumbres, en el que estaban involucrados Diego Santoy y Erika Peña Coss, un terrible suceso sacudió a Monterrey en el año 2002.  

Ana Nassar de 13 años se encontraba en la casa de Julio Castrillón, en la colonia San Jerónimo, en Monterrey, un 29 de enero.  

La víctima estaba en la habitación del joven cuando repentinamente la atacó con unas mancuernas deportivas, para posteriormente realizarle heridas con un arma punzo cortante y arrancarle un dedo.  

Debido a la agresión, la adolescente murió de manera instantánea. 

Al tratar de ocultar los hechos, Julio arrastró el cadáver hasta el jardín en donde lo enterró.  

Tras acudir a una terapia con su psicólogo le reveló que tuvo un sueño muy vivido de como realizaba un asesinato.  

El doctor avisó de inmediata a las autoridades pues los detalles los contó con mucha claridad.  

Las autoridades llegaron con una orden de cateo al domicilio, en donde encontraron los restos de Ana quien era buscada por sus padres.  

Durante las investigaciones se habló si Castrillón se encontraba bajo el influjo de alguna droga e incluso se decía que sus progenitores le habían ayudado a ocultar los hechos, pues su padre era militante del partido del PAN.  

En su instancia en el Tutelar de Menores mostró un comportamiento violento y se involucró en varias peleas.  

Finalmente, en el año 2007 fue liberado al cumplir la mayoría de edad.  

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