Arthurd Rimbaud, obra representativa del poeta maldito
La vida y obra de este poeta francés siempre estuvo rodeada de misterio.
Arthurd Rimbaud, reconocido poeta francés del simbolismo, nació un día como hoy pero de 1854. Hoy en día, Rimbaud es recordado como un personaje de múltiples facetas: no solo como un poeta maldito sino también como un erudito, comerciante y explorador.
Publicaciones
Este poeta publicó: Una temporada en el infierno (1873), Iluminaciones (1886), Un corazón bajo la sotana (1924), Cartas de África, entre otros diarios y poemas. Uno de sus textos más famosos es “El barco ebrio”, un poema de 100 versos que Rimbaud escribió cuando tan solo tenía 17 años, en el verano de 1871, inspirado por su hogar de la niñez en Charleville, un poblado al norte de Francia. Este poema se hizo especialmente famoso ya que se lo envió a Paul Verlaine para presentarse con él.
Poetas malditos
Junto a Charles Baudelaire y Paul Verlaine, conforman la triada de poetas malditos y destaca que el más maldito de ellos era Arthurd Rimbaud porque su vida y su obra siempre estuvieron rodeadas de misterio. Alejado de las costumbres burguesas de su época, este poeta a través de sus versos transgredía, con matices y contrastes, la literatura de su tiempo.
Un triste final para el poeta Arthurd Rimbaud, quien perdió la pierna y murió tras un largo sufrimiento en la ciudad de Marsella, Francia, cuando tan solo tenía 39 años.
Poemas célebres
Mi bohemia
(Fantasía)
Me iba, con los puños en mis bolsillos rotos…
mi chaleco también se volvía ideal,
andando, al cielo raso, ¡Musa, te era tan fiel!
¡cuántos grandes amores, ay ay ay, me he soñado!
Mi único pantalón era un enorme siete.
––Pulgarcito que sueña, desgranaba a mi paso
rimas Y mi posada era la Osa Mayor.
––Mis estrellas temblaban con un dulce frufrú.
Y yo las escuchaba, al borde del camino
cuando caen las tardes de septiembre, sintiendo
el rocío en mi frente, como un vino de vida.
Y rimando, perdido, por las sombras fantásticas,
tensaba los cordones, como si fueran liras,
de mis zapatos rotos, junto a mi corazón.
El mal
Mientras que los gargajos rojos de la metralla
silban surcando el cielo azul, día tras día,
y que, escarlata o verdes, cerca del rey que ríe
se hunden batallones que el fuego incendia en masa;
mientras que una locura desenfrenada aplasta
y convierte en mantillo humeante a mil hombres;
¡pobres muertos! sumidos en estío, en la yerba,
en tu gozo, Natura, que santa los creaste,
existe un Dios que ríe en los adamascados
del altar, al incienso, a los cálices de oro,
que acunado en Hosannas dulcemente se duerme.
Pero se sobresalta, cuando madres uncidas
a la angustia y que lloran bajo sus cofias negras
le ofrecen un ochavo envuelto en su pañuelo.
Sensación
En las azules tardes de verano, deambularé por los senderos
herido por el trigo, pisando la fina hierba:
soñador, sentiré el frescor en mis pies,
dejando que el viento acaricie mi desnuda cabeza.
Enmudeceré y mis pensamientos se desvanecerán:
Pero el infinito amor permanecerá en mi alma,
e iré lejos, muy lejos, bohemio y pensativo
por la naturaleza - dichoso como una dama.
El corazón atormentado
Mi triste corazón babea en la popa,
Mi corazón está lleno de tabaco de hebra:
Ellos le arrojan chorros de sopa,
Mi triste corazón babea en la popa:
Ante las chirigotas de la tropa
Que suelta una risotada general,
Mi triste corazón babea en la popa,
¡Mi corazón está lleno de tabaco de hierba!
¡Itifálicos y sorcheros
Sus insultos lo han pervertido!
En el gobernalle pintan frescos
Itifálicos y sorcheros.
Oh olas abracadabrantescas,
Tomad mi cuerpo para que se salve:
¡Itifálicos y sorcheros
sus insultos lo han pervertido!
Cuando, al final, se les seque el tabaco,
¿Cómo actuar, oh corazón robado?
Habrá cantilenas báquicas
Cuando, al final, se les seque el tabaco:
Me darán bascas estomacales
Si el triste corazón me lo reprimen:
Cuando, al final, se les seque el tabaco
¿Cómo actuar, oh corazón robado?
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