Notición del senador

TODO INDICA QUE LA BOMBA QUE LANZÓ NO TIENE SUSTENTO.- La noticia bomba que lanzara el senador Luis Fernando Salazar sobre presuntos malos manejos económicos en el Simas Torreón, no recibió el apoyo que el ahora morenista esperaba, ya que Pablo García Chacón, presidente de Canacintra Torreón indicó sobre el tema que el legislador federal debió denunciar ante las autoridades correspondientes, claro, si la información con la que cuenta está sustentada. 

Luis Fernando Salazar se hizo acompañar por Cintia Cuevas, diputada federal y Antonio Attolini Murra, el diputado local al que no le importa hacer cualquier “pancho” con tal de aparecer en los medios de comunicación y estar en las redes sociales, por lo que como “testigo” tiene muy poca credibilidad. 

Ahora, Luis Fernando Salazar deberá presentar la denuncia, misma que deberá ser creíble y estar sustentada, ya que de lo contrario, podría quedar mal y que este caso sea tan solo político. 

De todos es conocido que tanto el senador como el legislador local se han caracterizado por buscarle cualquier detallito a la administración municipal, en donde ahora no solamente atacan al alcalde Román Alberto Cepeda, sino también van contra José Gánem, el secretario del Ayuntamiento. 

Se sabe que el presidente municipal no es una pera en dulce, pero de siempre el Antonio Attolini ha buscado por todos los medios a su alcance atacarlo en forma sistemática, claro, siempre con la intención de buscar llevar agua a su molino, ya que su principal interés es hacerse notar y ganar terreno para contender por la presidencia municipal, algo que conociéndolo, se ve muy difícil. 

Algo que llamó la atención es que el presidente del CMIC dijo respaldar los trabajos de Roberto Escalante, gerente general del SIMAS. Por el lado del senador, denunció que la empresa Grupo Integrador de Servicios de Edificación SA de CV, tiene todas las características de facturar operaciones simuladas. 

Además, todo indica que sin comprobar, el legislador federal señala que el SIMAS contrató una “empresa fantasma”, para darle el mantenimiento a pozos y que en 10 meses cobró 66 millones de pesos. No cabe duda que esta historia continuará.

Walter.juarez@milenio.com