Ahora a festejar
- Un Minuto de Reflexión
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Walter Juárez
SE LLEGÓ LA ÉPOCA DE GASTAR EN LAS GRADUACIONES.- Se llegó el fin de cursos, terminan las clases de verano y ahora, lo que se está presentando son las graduaciones, mismas que han convertido en un exagerado gasto.
Muchos estudiantes de diferentes niveles ya están de vacaciones, mientras tanto quienes terminan su etapa preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y universitaria, así como aquellos que culminan sus maestrías, están viendo como los costos de sus graduaciones son muy elevados y se están convirtiendo en una verdadera carga para los padres de familia.
Antes, todos eran felices con una misa para dar gracias a Dios por haber culminado una etapa en sus vidas, principalmente los que salen de sexto, tercero de secundaria, preparatoria o de alguna universidad, pero ahora, esto cambió. Primeramente, ya hay graduaciones para niños de kínder o preescolar, cuando los niños no saben realmente de una fiesta de fin de cursos.
Además, se realiza todo un ritual, toda una ceremonia, en donde el “graduado” tiene que ir acompañado de su padrino y además, ahora los maestros y padres de familia, acostumbran a llevar a cabo alguna comida, una cena y es que aunque sea un niño de kínder, no pueden dejar de pasar un momento tan especial.
Pero conforme son los grados más altos, llámese secundaria, preparatoria o universidad, los padres saben que tienen que pagar los gastos del salón en cooperación con todo el grupo de graduados. Además, hay que comprarle la ropa que sus hijos habrán de utilizar tanto en la misa como en la ceremonia y por la noche en el baile.
Pero por si fuera poco, hay que desembolsar una buena cantidad de dinero para pagar por los invitados, llámese abuelos, padrinos, hermanos y uno que otro colado, lo cual provoca que la cartera o las tarjetas de crédito, empiecen a resentir los gastos.
Pero también hay instituciones en las cuales los alumnos son finolis, ya que lo que más desean es tener una graduación inolvidable, por lo que le exigen a los papás una buena cantidad de dinero para pagar el mejor salón, alimentos de tres tiempos y por si algo faltara, un grupo musical de moda y contratar alguna empresa que lleve a cabo un show para que todos estén contentos.
No cabe duda que es mucho dinero y ahora que desde los chiquitines hasta los que se reciben de la universidad, sienten que es una obligación de los padres ayudarlos a tener sus fiestas de graduación, sin importarles que se endeuden con tantos gastos por donde quiera. Muchos a disfrutar y otros tras sus fiestas a empezar a trabajar, ya que de ahora en adelante tendrán que ganarse el pan con el sudor de sus frentes.
Walter.juarez@milenio.com
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