A poner candados

SALIR DE VACACIONES Y COLOCAR PROTECCIÓN.- Difícil decisión la de salir de vacaciones, ya que muchas familias saben que tienen que dejar sus viviendas solas, con el temor a los amantes de lo ajeno que pueden entrar a las mismas aprovechando que quedan solas y vaciarlas. 

Pero no solamente son las casas, también muchas escuelas, principalmente las públicas, quedan en estos dos meses solas, sin vigilancia, por lo que los ladrones aprovechan y se meten para apoderarse del cableado, las tuberías, así como los motores de los aparatos de aire lavado. 

Unos también gustan de entrar a los salones de clases, a las oficinas o a los sitios en donde se tienen equipos de cómputo y se apoderan de todo lo que se encuentran a la mano. Se dice que hay un operativo para vigilar no solamente las escuelas, también las casas, negocios, pero todo parece indicar que los elementos policiacos no son suficientes para evitar que los delincuentes ingresen y se lleven objetos de valor. 

Hace unos días, con toda tranquilidad lo rateros se metieron a un taller mecánico ubicado sobre el bulevar Diagonal Reforma y se apoderaron de dinero y herramientas, con un valor superior a los 300 mil pesos. Además, otros negocios han sido visitados por los amantes de lo ajeno, quedando muchos ladrones grabados por las cámaras de seguridad, pero que pese a tener los rostros, difícilmente son detenidos.

 Este problema se vive en tanto en los municipios de La Laguna de Durango como de Coahuila, debido a que son fechas en que muchas familias aprovechan para salir a pasear a lugares turísticos, otras más viajan a otras ciudades a visitar a sus familiares y algunos con posibilidades económicas, deciden disfrutar lo que ofrecen algunos parques temáticos en los Estados Unidos. 

Se ha convertido en una necesidad el contar con cámaras tanto afuera de las viviendas, negocios o en las mismas instituciones educativas, ya que con las mismas se puede estar vigilando en tiempo real y si se observan movimientos extraños o bien a delincuentes haciendo de las suyas, desde donde se encuentren pueden llamar a algún familiar, un vecino o un amigo para que acuda al negocio, casa o escuela y haga una revisión y pedir a la policía que detenga a estos delincuentes que mientras unos pasean, ellos “trabajan”.

Walter.juarez@milenio.com