Diálogo de seguridad en Nuevo León: bajan índices delictivos pero violencia familiar sigue

Esta semana se llevó a cabo el Diálogo de Seguridad y Justicia, convocado por ¿Cómo vamos? Nuevo León y México Evalúa. Este evento reunió a las principales autoridades responsables de la procuración de justicia en el Estado.

Contó con la participación de la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León, Perla Córdoba; el Fiscal General, Javier Flores; el Secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Gerardo Escamilla; y el Gobernador del Estado, Samuel García.

En coordinación y diálogo con especialistas, se discutieron los retos que enfrenta Nuevo León y los avances logrados, especialmente al compararlos con años anteriores.

En el lado positivo, se observó una disminución notable en los delitos en general, particularmente respecto a hace un par de años.

Resalta la reducción en delitos como el homicidio y el feminicidio, este último disminuyó hasta en un 88 por ciento.

Además, es un avance significativo que la Fiscalía haya presentado y se haya comprometido a establecer indicadores para el plan de persecución penal, lo que servirá como una brújula para la forma en que se ejerce la procuración de justicia en el estado de Nuevo León.

Finalmente, es de destacar que la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia presentó algunos avances del plan estratégico que guiará la actuación de su presidencia en los próximos dos años en el Poder Judicial.

El gran reto, sin embargo, sigue siendo el tema de la violencia familiar. Continúa siendo el delito más denunciado en Nuevo León y se evidenció la dificultad para encontrar una coordinación efectiva entre las distintas instituciones, lo cual debe servir, sobre todo, a las mujeres.

Es crucial recordar que el 75 por ciento de quienes sufren violencia familiar son mujeres o niñas.

Por lo tanto, es importante que la autoridad ofrezca certeza, logre establecer mecanismos de coordinación aún más eficientes y que en el siguiente diálogo este delito muestre una tendencia a la baja, ya que es una demanda prioritaria de la población del estado, en particular de las mujeres y niñas.