Las cuentas de Nuevo León, entre diputados y Tesorería... a puerta cerrada

¿Qué tal, amigos de TELEDIARIO?

Finalmente, este jueves se dignaron a negociar los protagonistas de lo que será el Presupuesto 2026 para Nuevo León: los diputados del Congreso del Estado, el Tesorero Estatal, Carlos Garza Ibarra y el Secretario General de Gobierno, Miguel Ángel Flores.

¿Qué negociaron el jueves?

Seguramente, los montos que se destinarán a la obra pública, a los municipios, a las obras relacionadas con el Mundial, la Carretera Interserrana y las Líneas 4 y 6 del Metro.

En fin, todo ese abanico de obras que están en proceso por parte del Gobierno del Estado.

Los ciudadanos no tenemos acceso a esas reuniones a través de los medios de comunicación, porque son privadas. Esto, a pesar de que deberíamos tenerlo en aras de la transparencia y la confianza que se debe a quienes nos gobiernan.

Le voy a platicar algo: salga o no el Presupuesto antes del 20 de diciembre, como marca la ley, tanto los funcionarios públicos del Gobierno del Estado, empezando por el Gobernador, como todos los diputados del Congreso, no dejarán de percibir ni un peso de su salario, tampoco su aguinaldo ni sus famosos bonos. Ellos finalmente tomarán vacaciones y se irán muy contentos a su casa, con o sin presupuesto.

La gente que trabaja para una empresa, como usted o muchos de nosotros, si no cumplimos con nuestro trabajo, simplemente nos descuentan el sueldo o nos sancionan.

Habrá que preguntarse qué contempla la ley para sancionar a estos diputados y funcionarios cuando no cumplen con la aprobación del Presupuesto, porque los dos años anteriores no cumplieron y a Nuevo León le fue muy mal.

Ahí están las obras públicas atrasadas en detrimento de todos los ciudadanos, de la movilidad, del transporte, del tiempo de las horas/hombre de trabajo y, peor aún, del tiempo personal de cada ciudadano.

Hay que ver qué se establece en la ley para que estos funcionarios públicos realmente cumplan con su trabajo y, si no cumplen, también se les sancione como a cualquier otro trabajador de una empresa.

Pero, ¿usted qué opina? Soy Javier Sepúlveda.

Hasta la próxima.