Contraflujos en Nuevo León: la aspirina que no cura el caos vial
- El Apunte de Marcos
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Gilberto Marcos
Esta ciudad nuestra se está llenando de contraflujos. No hay recursos, ya sea financieros o creativos, para destrabar la movilidad con soluciones de mayor calibre.
La mejor ocurrencia ante la descoordinación del Estado y los municipios, la ausencia de visión gubernamental y la ausencia de obras viales, ha sido el contraflujo.
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¿Ayuda? Pues sí, pero especialmente a la vialidad que se congestiona, porque la que no estaba congestionada, dependiendo el horario, ahora se congestiona. Es decir, ahora se emparejan las congestiones en ambas vialidades.
Le va bien a unos y peor a otros. Hay lugares donde funciona, pero otros donde de plano no parece funcionar. Por ejemplo, Vasconcelos Oriente, en San Pedro, es un caso.
Aceleraron el sentido poniente-oriente, pero alentaron el de oriente-poniente. Y eso se llamaría, en términos políticos, democratizar la vialidad. Lo mismo pasa en Monterrey con la avenida Gonzalitos, donde fueron despejando con el contraflujo la circulación de norte a sur, pero alentaron de sur a norte, que antes estaba muy fluida.
Y como les digo, depende del horario, ¿no? No va por ahí la solución. Es decir, la movilidad urbana debe plantearse con soluciones a largo plazo. Esto de los contraflujos es una simple aspirina que tiene límite de tiempo.
Sumado a esto, tenemos líneas del metro en construcción, pero, por ejemplo, la 4 y la 6 que está haciendo el gobierno del Estado recorren territorios no tan densamente poblados en algunos tramos y que, por cierto, no se terminarán para el famoso mundial con partidos en Nuevo León que no levantan gran entusiasmo.
A menos de que quizá esas líneas no se usarán por los aficionados que vengan de otros lugares, porque si tienes para pagar el costoso boleto mundialista no te vas a subir al metro, especialmente si no te lleva directo a los estadios. Por algún capricho político, esas líneas, la 4 y la 6, no van a donde deberían ir para mover a más gente.
Además de que el nuevo sistema de metro en construcción, se trata de monorrieles que son más lentos y con vagones con menor capacidad de personas. Así es, mucho circo para tan pocas nueces. Y comparto la idea del especialista Carlos Orozco en el sentido de replantearnos el modelo de ciudad para lograr resolver el modelo de transporte que se necesita, incluso sacrificando el uso del automóvil en ciertas zonas de la metrópoli como han hecho con éxito en muchas ciudades del mundo.
También está la opción de los segundos pisos y los teleféricos que funcionan ya en la Ciudad de México con algo de éxito. Y todo esto lleva tiempo, necesitamos replantearnos una ciudad diferente por explosiva, por intensa, con un problema de movilidad gravísimo que nos afecta a todos, los de a pie y los de coche. Y como esto lleva tiempo, es urgente, tan urgente que ayer debimos haber empezado a resolver este problema, pero no se ha hecho.
Así que las cuerdas del linchamiento de funcionarios incapaces ya están listas
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