Nanas, un pequeño campo de concentración

Los niños comenzaban a llegar a casa con moretones en el cuerpo, cansados, lloraban cuando sus padres los dejaban en la estancia infantil Nanas en Francisco I. Madero, un municipio de Coahuila. Kinder no, kinder no, decía uno de los menores mientras iba de camino a la guardería. 

Una maestra que fue despedida de la institución educativa se puso en contacto con una madre de familia de este lugar, a la que conocía previamente para pedirle que sacara a su hija de ahí, se lo imploró, la mujer de inmediato buscó personalmente a la educadora quien la alertaría de la situación, la maestra resentida habría guardado evidencia para sostener sus dichos, durante el tiempo documentó con fotografías las presuntas vejaciones cometidas a los menores.

Las gráficas son reveladoras, niños castigados eran obligados a acostarse en el piso, golpes, baños con agua fría, incluso hay versiones confirmadas por los padres de familia de este plantel de que los niños eran amarrados a sus sillas o en el mejor de los casos, atados de manos y pies.

El alcalde de esa demarcación pidió una investigación por parte de la Fiscalía de Coahuila y ordenó de inmediato una inspección por parte de la Dirección Municipal de Protección Civil.

Varias lecturas para este caso, la primera y más importante es que las autoridades están obligadas a conocer a fondo la operación de estos planteles, porque simple y llanamente estos establecimientos están al cuidado de nuestros hijos: 

Cámaras de vigilancia, protocolos de emergencia, visitas periódicas de inspección, evaluaciones constantes por parte de las áreas involucradas.

Segundo y no menos importante es la maestra que detonó la denuncia, si ella estaba al tanto de la situación ¿Por qué tuvo que esperar a que fuera dada de baja para hablar? 

No se trata de un acto de anti ética, porque si a hoy usted y yo nos enteramos de un abuso a un menor ¿No denunciaría? 

Debemos ser muy cautos en el momento en el que por necesidad tenemos que inscribir a nuestros hijos en cualquier plantel educativo, debemos cerciorarnos de que se trata de un establecimiento con toda las credenciales, porque en cualquier momento los niños, nuestros niños pueden ser víctimas de violencia despiadada.

angel.carrillo@multimedios.com