Grecia Quiroz visita el lugar donde asesinaron a Carlos Manzo tras misa en su honor, a un mes del homicidio

A un mes del asesinato que conmocionó a Uruapan, la figura de Carlos Manzo Rodríguez volvió a reunir a la comunidad que hoy, igual que entonces, mantiene viva la exigencia de justicia. 

La tarde de este lunes, la Iglesia de San Francisco se convirtió en el punto de encuentro para familiares, amigos, funcionarios y ciudadanos que acudieron a la misa especial organizada para recordar al alcalde asesinado el pasado 1 de noviembre durante el “Festival de las Velas”.

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Grecia Quiroz encabeza homenaje a su esposo en Uruapan

El recinto religioso lució lleno. En medio del silencio y la solemnidad, el sacerdote dedicó su homilía a destacar la vida y el legado de Manzo Rodríguez. 

Señaló que el exalcalde “no pasó por este mundo en vano”, y subrayó la unidad que logró generar entre miles de uruapenses a través de su movimiento social y su estilo de gobierno cercano a la gente.

Entre los asistentes estuvo Grecia Quiroz, viuda del alcalde y actual presidenta municipal sustituta, quien mantuvo una presencia discreta pero profundamente emotiva. 

A su llegada fue acompañada por la madre del exedil, así como por ciudadanos y simpatizantes del Movimiento Independiente del Sombrero, organización que fundó Manzo y que, pese a la tragedia, sigue vigente entre sus seguidores.

Tras concluir la misa, y mientras los fieles permanecían un momento más dentro del templo, Grecia Quiroz salió para dirigirse al sitio donde su esposo fue asesinado hace un mes. 

El lugar está localizado en la plaza exterior de la iglesia, exactamente donde ocurrió el ataque armado durante una de las festividades más emblemáticas de Uruapan.

Ahí, frente a las vallas que aún delimitan la zona, la presidenta municipal colocó un arreglo floral y varias veladoras, acompañada por familiares cercanos. 

El espacio conserva parte de la decoración alusiva al Día de Muertos que estaba instalada durante el evento, elementos que no han sido retirados desde entonces y que ahora se han convertido en un recordatorio silencioso de la agresión. 

Decenas de personas que se encontraban en el área se acercaron también para dejar flores, rezar o guardar un minuto de silencio.

Mientras tanto, autoridades municipales y estatales mantienen un operativo de seguridad alrededor del perímetro. Policías desplegados vigilan entradas, pasillos y zonas aledañas al templo desde la mañana, como parte de las medidas para resguardar el acto conmemorativo y prevenir cualquier incidente.

La misa y la visita al lugar del crimen se dieron en completo hermetismo. Aunque hubo presencia ciudadana, los momentos más íntimos fueron resguardados y realizados en privado, en especial el homenaje encabezado por Grecia Quiroz, quien no emitió declaraciones públicas. 

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Para muchos de los presentes, su presencia y el acto simbólico de colocar veladoras representan un mensaje de resistencia frente a un crimen que marcó a la comunidad y cuya investigación sigue en curso.

A un mes del homicidio, Uruapan no olvida, y la exigencia de justicia para Carlos Manzo permanece como una herida abierta que la ciudadanía no está dispuesta a dejar en silencio.

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KH