MONTERREY.- Cuando era pequeña, Lupita Villarreal soñaba con su fiesta de quinceaños, pero la falta de recursos le impidió cumplirlo, ahora que logró salir adelante, ayuda a las adolescentes de escasos recursos a hacer su quinceañera.

Hace cinco años, la habitante de la colonia Fomerrey 109 en Monterrey, consiguió varios vestidos y los donó a varias niñas que no tenían para pagarlo y celebrar sus quinceaños.

"Yo fui niña de escasos recursos, quería mi fiesta, un vestido grande pero no tenía ni para comer menos para una fiesta y pues gracias a Dios ya tengo, poco, pero tengo, y estoy tratando de cumplir los sueños de las niñas", platico doña Lupita.

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La infancia de doña Lupita fue muy dura, y quiere que ningún niño sufra lo que ella por eso siempre ayuda al prójimo.

La labor altruista de la señora Lupita es replicada por sus nietos, hijos y esposo, quienes diariamente la ayudan a conseguir y llevar las cosas a quien lo necesita.

A través de Facebook la regiomontana ha logrado conseguir los vestidos, que le ha regalado a 20 adolescentes e incluso ha recibido despensas, sillas de ruedas, pañales entre otras cosas para donar selo a quien más lo necesita.

Aunque la labor de doña Lupita no es fácil, todos podemos colaborar con ella para ayudar al prójimo... si te interesa unirte a su casa puedes llamar al teléfono 81 8601 6499.

Arlette Páez ha sido testigo del cambio de generaciones en 20 años como maestra}

 Los nervios con los que Arlette Karina Páez Cruz ingresó por primera vez a un salón de clases hace 20 años, con el paso del tiempo se transformaron en amor por su profesión, ante la responsabilidad de guiar vidas con sus enseñanzas.

Crecer en una familia de profesores impulsó su sueño desde niña, donde jugar a la escuelita sirvió de preparación para lo que le deparaba el futuro.

En tanto, el tiempo se volvió un aliado, y la experiencia le ha brindado la oportunidad de ver el fruto de su trabajo, reflejado en los que fueron sus alumnos.

Si bien este año ha sido muy distinto, pues la maestra Kary ha tenido que trasladar el material de trabajo del aula a la sala de su casa, el tiempo de pandemia también le ha traído enseñanzas.

En 20 años ejerciendo la docencia, la maestra Arlette Karina ha sido testigo del cambio en las generaciones, y envía un mensaje a quienes comparten la profesión que la llena de satisfacción y felicidad, la de guiar vidas, a través del conocimiento.

mvls