La jungla mediática

Me fui a La mañanera, la realidad es que quería sentir la experiencia de cubrir (como reportero) la conferencia del presidente, "como en Estados Unidos" a ver qué dice, qué le puedo sacar, estaba seguro de que me iba a seleccionar de entre los colegas, me iba a poner de pie y al micrófono haría una pregunta interesante, intrincada, polémica, de esas que causan eco nacional (pobre diablo de mi).

De entrada me arrepentí, porque es fecha de que no puedo reponerme de la "desmañanada" que me aventé, 3:30 de la madrugada para estar en el campo militar a las cinco, eso sí, los soldados muy coordinados, ordenaron los coches en un estacionamiento de La Joya, pasamos un filtro para corroborar nuestras identidades para luego destinarnos a una sala donde había refrigerios y café, yo recuerdo eso en medio de sueños porque era, definitivamente, muy temprano (incluso para mí que tengo casi tengo 20 años despertando a la misma hora).

Una mujer llegó y nos advirtió que primero iban a pasar los periodistas nacionales, otra vez el centralismo absurdo que promueven desde las altas esferas, qué pensarán, que no somos capaces de enhebrar temas de interés público surgidos desde provincia, en fin, primero "los nacionales" pues, nos advirtieron que no podíamos entregar ningún documento al presidente y que nada más podíamos formular una pregunta.

A mí, por supuesto me tocó en "gayopa", los primero lugares estaban ocupados por periodistas de medios nacionales, no podía faltar el reportero "porrista" de Andrés Manuel, sí, el del moñito con trajes coloridos.

Luego de algunos minutos de espera apareció primero Andrés Manuel seguido de los Gobernadores de Coahuila y Durango. 

Presentaron el "quién es quién" de los combustibles de la Profeco y luego los resultados de los índices de seguridad según la Guardia Nacional. Tocó el turno de las preguntas y ahí estaba yo, confiado en que sería el precursor de algún movimiento periodístico nacional. 

Nunca ocurrió, el presidente le dio la palabra a un "youtuber" que hizo cuatro preguntas que no venían al caso (regionalmente hablando).

Resultado de la encomienda: Pelea por el micrófono con el "youtuber" (gané y se lo quité), cuando finalmente lo tuve se me acercó una mujer para pedírmelo y me negué, el área de prensa cerró mi audio, tuve qué gritarle al presidente mi pregunta (que por caridad de Dios) contestó y generó nota, de lo contrario, todo el sueño "guajiro" de que mi pregunta se convirtiera en tendencia nacional se hubiera visto peor de frustrado de cómo terminé, literalmente metido en una verdulería de jungla mediática.

angel.carrillo@multimedios.com