“Mi hijo quería morirse porque estaba harto de sus compañeros”: Noemí

Cuando el pequeño José Ángel comenzó a aislarse y a negarse a jugar con sus hermanas en septiembre del año pasado, su mamá Noemí Jiménez sospechó que algo andaba mal, pues incluso se negaba a ir a la escuela cada vez más seguido, argumentando sentirse enfermo, y no cumplía con sus tareas escolares.

Fue entonces que Noemí decidió llevarlo a un psicólogo por su cuenta, ya que aseguró que el de la escuela Flores Magón, donde estudiaba, se negó a atender al menor oportunamente, pues “había muchos otros niños por delante”.

Ahí se descubrió que José Ángel, de tan solo siete años de edad, sufría de bullying por parte de sus compañeros e incluso había llegado a pensar en el suicidio.

“Él decía que se quería morir porque estaba harto de sus compañeros, que les tenía que comprar dulces para que no lo golpearan”.

Sin embargo, al comentarle a su maestra sobre esto, ella negó haber notado cualquier abuso hacia él, asegurando que el niño tenía buena conducta y se mostraba participativo en clase.

Noemí explicó que anteriormente ya había cambiado a su hijo de plantel educativo, pues en su primera escuela la maestra no lo dejaba salir al recreo y cometía otras injusticias en su contra, por lo que finalmente logró inscribirlo en la Flores Magón, donde cursó su primer año con regularidad, hasta que cambió de lentes y los demás alumnos lo empezaron a molestar.

Cuando ella acudió a la escuela un día de diciembre, algunos niños le dijeron que habían sido testigos de abusos hacia José Ángel.

“Llego a pagar el dinero de la posada en diciembre y una niña me dice que a Angelito dos niños los cargaron, lo aventaron, lo patearon y le aventaron sus lentes, y la maestra solo dijo que ella no había visto”, detalló.

Ante el hartazgo, ella y su esposo acudieron con el director muy molestos, pero a pesar de que se comprometió a solucionar el problema, Noemí señala que no los atendió y les reclamó que el niño faltara tanto, por lo que debía ir a Pronnif para justificar las faltas.

Las madres de familia de los niños que presuntamente hacían bullying a José Ángel fueron citadas en enero para hacer algo al respecto.

“El director dice que los niños sí reconocieron que lo agredieron. Hubo una madre de familia que ella está indignada porque dice que su hijo no lo agredió, las demás sí vi que sí pusieron más atención a sus hijos”, precisó.

Sin embargo, el bullying continuó, por lo que ahora el pequeño está en otra escuela y la familia continúa yendo a terapia psicológica para apoyarlo, aunque aún ahora sufre periodos de depresión.

Noemí acusa al director de incompetencia y de haber dado de baja a José Ángel sin previo aviso, para luego justificarse en que era parte del proceso para trasladarlo a otro plantel educativo.

Además, denuncia que no se tomaron acciones reales para proteger a su hijo, ni por parte de la maestra ni de los directivos, por lo que pide justicia por parte de la Secretaría de Educación Pública.

ASMD

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