Elizabeth López, la única mujer dedicada al aseo de calzado en el centro de Puebla 

Puebla. Elizabeth López Ventura tiene 29 años de edad y todos los días limpia calzado en las calles del Centro Histórico de Puebla; es su fuente de empleo a pesar de que es latente el riesgo a contagiarse de Covid-19.

Con orgullo compartió que es la única mujer en la zona del corazón de la ciudad en realizar este oficio, que lo hace con gran pasión y amor, pues es el que le enseñó su papá, además que es un ingreso y apoyo económico para su familia, debido a que cuenta con tres hijos.

En entrevista con MILENIO Puebla, destacó que este trabajo le ha dado todo, pues conoció a su esposo en este lugar realizando su trabajo, debido a que un día llegó como su cliente y el amor los flechó.

Refirió que ser bolera le ha ayudado a ser una mujer independiente, con bonitas experiencias como es el amor y formar un hogar, por ello enfatizó que todos los días hace su trabajo con gran pasión. No obstante, no todo ha sido fácil, aseguró que la pandemia es una situación complicada, debido a que su mayor preocupación es contagiar a su familia. 

En este contexto, agregó que la afectación fue de un 15 por ciento, pues sólo realizaba de dos a tres boleadas de calzado al día, e incluso subrayó que en esta contingencia sanitaria contó con el apoyo de los ciudadanos quienes le regalaban algo de despensa para salir adelante o el cliente le pagaba más del costo del servicio.

Precisó que sus precios son accesibles, toda vez que la tarifa es de 20 pesos la lustración de calzado, e informó que actualmente está a un 50 por ciento la demanda de este trabajo.

Elizabeth tiene 13 años de experiencia como bolera y trabaja todos los días en un horario de 08:00 a 16:00 horas. Su lugar de trabajo es en la calle 5 de Mayo y 10 Poniente. 

Finalmente, aseveró que el contar con un calzado bien limpio y boleado es la presentación y la cereza del pastel de una persona, toda vez que hay ocasiones que hay gente que llega con los zapatos muy sucios, pero los deja brillando y abundó que después de concluir su jornada laboral llega a su hogar a ser mamá, ama de casa, maestra y enfermera, pero, por nada cambiaría este oficio. 

INFORMACIÓN: ANGÉLICA TENAHUA, MILENIO PUEBLA