Conoce más sobre La Judea: tradición única y colorida de Purísima

En Purísima del Rincón la Semana Santa se vive de una manera única con una expresión centenaria: la Judea, movimiento de teatro profano-religioso de tinte popular heredado por el gran artista Hermenegildo Bustos, quien era originario de tal municipio.

El pintor ideó esta tradición para darle vida al viacrucis . Fue tanta su pasión que él mismo diseñó personajes enmascarados altamente llamativos que han conservado su fisonomía hasta nuestros días.

La primera Judea purimense se llevó a cabo en 1872; cumple ya 148 años. Sus distintivas máscaras de madera son elaboradas por artesanos del municipio y representan sarcásticamente al pueblo judío, en especial a la turba que aprehendió y dio muerte a Jesús.

Aunque es una escenificación y se utilizan varios trucos para que los actores salgan lo menos lastimados posibles, de cualquier modo, la acción física es real, de tal forma que, tras los golpes y caídas, de vez en cuando termina algún actor con sangre en la vestimenta.

El protagonista es el traidor más odiado y repudiado de la religión católica: Judas Iscariote, el discípulo que vendió a su maestro por unas monedas.

Durante los días santos, los habitantes de Purísima salen con las máscaras representativas: Judas, el Ranchero, la Oriental, Malco, el Tiempo, el Diablo Mayor, el Diablo Menor y otros personajes. Es una representación paralela al Via Crucis, pero con un tono burlón, que desemboca con el final funesto por deseado de Judas Iscariote.

Esta tradición comienza Miércoles Santo, cuando es la primera salida de la Judea. Antes de la pandemia, alrededor de 300 participantes salían a la calle con sus máscaras hechas de árbol de colorín, pintando el espacio público con sus túnicas y turbantes.

 En tal procesión y hasta el prendimiento de Jesús, Judas Iscariote lleva una máscara blanca, que al día siguiente es negra, figurando una hinchazón provocado por golpes: una desfiguración simbólica como castigo por haber vendido al hijo de Dios.

El Viernes Santo por la mañana está dedicado a la representación de la sentencia, viacrucis y crucifixión de Jesús; para posteriormente, hacia las 3 de la tarde se desata el momento culminante de la Judea: la persecución final de Judas, que termina con su ahorcamiento en el jardín principal de Purísima, a pocos metros del Museo Hermenegildo Bustos.

Cuando todo termina, bajan a Judas de la horca y se va al infierno, pero no sólo él, sino los que participaron en la muerte de Jesús. Músicos de la localidad entonan melodías con trompetas y tambores, además de que se muestra el arrepentimiento y el delirio del protagonista de la Judea.

Año con año, esta bella tradición congrega hasta 20 mil personas, sin embargo, debido a la pandemia, ahora se realizará de modo virtual, transmitiéndose cada uno de sus episodios a través de las páginas de Facebook de la Presidencia Municipal de Purísima del Rincón y el Patronato Hermenegildo Bustos y su Judea, la organización de la sociedad civil que ha mantenido vivo este patrimonio cultural guanajuatense.