Canoa, memoria de un hecho vergonzoso que marcó la historia de Puebla
El linchamiento de cinco trabajadores que quedó filmado bajo la dirección del cineasta Felipe Cazals.
Puebla. Felipe Cazals, director y productor mexicano, murió a los 84 años de edad. Nació en 1937 y tras recibir una educación en escuelas maristas y militares, su gusto por el cine lo llevó a obtener una beca para estudiar cine en el célebre Institut d’Hautes Etudes Cinematographiques (IDHEC) de París, escuela que abandona luego de algún tiempo.
A su regreso a México, se incorpora al equipo de realización del programa televisivo La hora de Bellas Artes, para el que realiza sus primeros cortometrajes, ¡Qué se callen! (1966) y Leonora Carrington, el sortilegio irónico, entre otros, reconocidos en festivales internacionales como Mar del Plata y Sao Paulo.
Junto con Arturo Ripstein, Pedro F. Miret y Rafael Castañedo fundo el grupo de Cine Independiente. "La obra de Felipe Cazals es de la mayor trascendencia para el cine mexicano", recalcó Imcine.
A lo largo de su prolífica carrera, realizó más de 40 películas y fue merecedor de prestigiosos reconocimientos y premios, entre ellos el Ariel de Oro y la Concha de Plata en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. En 1975 filmó la cinta 'Canoa', basada en hechos reales sobre un cura que incita a un pueblo a matar a unos jóvenes presentándolos como una amenaza comunista en 1968; sobre este hecho ocurrido en Puebla, habló para Telediario Puebla, siendo una de las últimas entrevistas concedidas.
Canoa bajo la lente de Felipe Cazals
Hace 53 años, un hecho violento marcó al territorio poblano. Cinco trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla fueron linchados en la junta auxiliar de San Miguel Canoa.
La noche del 14 de septiembre de 1968, una turba linchó a cinco trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla, que eran excursionistas que se dirigían a la Malinche, pero la lluvia torrencial les impidió el ascenso por lo que buscaron refugio en el pueblo, a cambio fueron culpados de un pecado que no cometieron.
Las campanas repicaron, los aparatos de sonido propagaron el miedo y las voces provenientes de la parroquia de San Miguel, incitaban a levantarse en armas, pedían la captura de falsos comunistas que habían llegado a la comunidad, ubicada en la capital poblana.
Los jóvenes ya no pudieron salir de la junta auxiliar, sólo una persona les ofreció asilo por una noche en casa de un hermano, sin saber que la tragedia los esperaba.
La masacre fue perpetrada por más de dos mil habitantes, quienes atacaron a los jóvenes con machetes, palos y piedras, la gente estaba alebrestada, convencida de que eran enemigos, comunistas que repartían propaganda y querían colgar una bandera rojinegra en la iglesia. Una violencia incontrolada a la que el cura Meza Pérez llevó a la población.
Masacre de Canoa llegó al cine en 1975
Por el gran hecho que marcó a Puebla, el cineasta Felipe Cazals decidió llevarla al cine con apoyo del guión de Tomás Pérez Turrent, una historia que llegó a las pantallas en el año de 1975. Felipe Cazals recordó la vivencia de la filmación, y la contó para Canal 6 de Puebla.
Para el rodaje, el director pidió y exigió que todos los hechos mencionados en la película fueran confirmados y comprobados, tanto por los diarios de ese entonces, autoridades y sobrevivientes.
La filmación tuvo como escenario a la comunidad de Santa Rita Atahualpan, muy parecida a San Miguel Canoa; fue un rodaje de tan sólo cuatro semanas.
El guión de Pérez Turrent plasmó las citas textuales de los pobladores y de los protagonistas, es decir, no se agregó nada que no hubiera ocurrido durante la masacre.
El linchamiento en Canoa no debe olvidarse
Para los hechos de Canoa aún no hay justicia. Sólo unos cuantos fueron procesados, pero al paso un corto tiempo obtuvieron su libertad.
Esa noche murieron Jesús Carrillo Sánchez y Ramón Calvario Gutiérrez, empleados de la UAP; Lucas García García, el hombre que los hospedó, y su hermano Odilón. Julián González Báez, Miguel Flores Cruz y Roberto Rojano Aguirre, los otros empleados de la universidad fueron heridos de gravedad. Actualmente sólo Julián González Báez es el único de los sobrevivientes que recuerda los hechos violentos, sin embargo, nunca regresó a San Miguel Canoa.
Después de medio siglo, Puebla sigue siendo escenario de linchamientos, ahora bajo un contexto diferente, ya que el estado se encuentra inmerso en la inseguridad.
La lente de Felipe Cazals
Felipe Cazls retrató este suceso de México del siglo pasado pero, bajo su visión, se lograron otros trabajos que plasman lo ocurrido en la sociedad del siglo XX: "Las Poquianchis" y "Apando", cintas que forman parte de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano.
INFORMACIÓN: ISRAEL GEORGE, TELEDIARIO.
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