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Pláticas para el trayecto

Se mantiene el puente generacional entre los 80 y nosotros: Carlos Garza

La nostalgia de los 80 aún sigue viva, donde ahora esta época con la actual se ha creado una brecha generacional enorme.

Carlos Garza Monterrey, Nuevo León /

Llevo varios años analizando y tratando de exponer por qué hoy en día, por alguna razón que desconozco, se abrió una especie de puente generacional entre la década de nuestra infancia y adolescencia, los entrañables ochenta, si eres contemporáneo, de 50 años, y los jóvenes del presente.

Muchos han tratado de encontrar el motivo real de esto, pero yo creo que no es un solo motivo, sino cientos de conceptos, temáticas, modas, formas sociales y por supuesto la música.

En este último tema, los ochenta nos brindaron una de las más amplias gamas de géneros, innovaciones y narrativas sonoras que nos fue arraigando cada vez más a nuestra década dorada. Desde el subgénero glam, que circulaba en las calles de Los Ángeles, California.

Escuchándose entre el mítico Whisky A Go Go, que aún se ubica en el 8901 de Sunset Boulevard, y el famoso Troubadour, ubicado en el 9081 de Santa Mónica Boulevard, justo al este de Doheny Drive y en el límite de Beverly Hills, donde en esta década se paseaban de un antro a otro grupos como Mötley Crüe, Guns N’ Roses o Poison, pasando por el nacimiento del famoso ‘new wave’ y específicamente el ‘new romantic’, que tuvo su epicentro en Londres, en un lugar llamado Blitz, donde se congregaban personajes como David Bowie, Roxy Music, entre otros, y el propio Boy George, de Culture Club, quien te recibía en la entrada para colgar tu saco o acomodar tu sombrero.

Por supuesto esta década fue la entrada del movimiento alternativo situado geográficamente en ciudades como Manchester y sus icónicas bandas Joy Division o The Smiths, entre muchas otras que se crearon en el periodo ‘post punk’ de la música.


Aunado a la música, los ochenta tuvieron una detonación en el cine sin precedente, con grandes franquicias con películas que vimos por primera vez en los cinemas, cuando no había asientos asignados y te sentabas según como ibas llegando a la sala, y nos deslumbraran obras cinematográficas como: Volver al Futuro, La Guerra de las Galaxias, Rocky y las famosas Pesadilla en La Calle del Infierno, Viernes 13 y muchas más. Por si fuera poco, la moda tuvo también sus destellos en esa década, entre los pantalones prelavados, los tenis de triángulos, los colores fosforescentes y los peinados con mucho, pero mucho spray.

Pero yo creo que lo más importante de este puente que se ha creado y que hoy en día permanece abierto, lo impulsaron estas películas y series de televisión recientes, que empezaron a abordar la época de los ochenta, pero desde la perspectiva de la sociedad, como convivimos y en general nuestra manera de expresar y vivir.

Los 80´s fueron caracterizados por ser una explosión de color.| Especial
Los 80´s fueron caracterizados por ser una explosión de color.| Especial

Por ejemplo, nuestro lugar de juegos era casi siempre al aire libre, salíamos temprano y a pie para irnos a la escuela cada mañana y luego de jugar en los recreos y al salir de clase correr a comprar las estampas del nuevo álbum que estaba de moda, regresábamos a casa donde nos recibían los olores de la comida de mamá y nos sentábamos a la mesa a platicar de nuestra mañana; luego llegaba el momento de irnos a nuestro campo de juegos: la calle; sí, la calle, lugar para inventar y jugar cualquier cantidad de cosas.

Desde un juego de pelota, hasta las escondidas y por supuesto tomar a nuestro corcel de acero, la bicicleta, y usar nuestro ‘walkman’ a todo volumen para salir a la aventura.

Cada vez era diferente, recorríamos horas en la calle, no había reglas establecidas, pero sí teníamos muy claro los límites que nuestros valores nos dictaban.

¿Por qué la gente quiere regresar a los 80?

Hace unos años, al director de cine Steven Spielberg en una rueda de prensa le cuestionaron sobre esto: ¿Por qué estamos de nuevo tratando de vivir en los ochenta? Y él comentaba el porqué de esta nueva especie de identidad ochentera de las nuevas generaciones, y proponía que se debe a muchos factores, pero el principal era a nuestra forma de vivir y convivir.

Él teorizaba de la siguiente manera: “Creo que sentimos nostalgia de los ochenta porque fue una década libre de estrés. Todo era bastante inocuo, el estilo, la música... Fue genial. Duran Duran, Eddie Van Halen”.

Para mí lo que comenta el cineasta es lo medular de mi postura sobre la conexión lograda a través de este puente generacional; una década libre de estrés, pero llenos de música, creatividad y fantasía.

Los ochenta fueron los tiempos del amor inalcanzable, de la primera vez en muchos ámbitos, los primeros en ver a Darth Vader decirle a Luke Skywalker que era su hijo, lo vimos en vivo, y salimos de las salas vueltos locos por el tema; la primera vez en que un niño de nuestra edad besaba a la compañera más guapa del salón, en esta escena de la película ,ET el extraterrestre, donde E.T se enlaza de manera telepática con la mente de Elliot (el protagonista de la película) y lo hace atreverse a besar a esta niña en medio del salón, algo que también nos impactó en ese momento.

De estas sensaciones y destellos hay muchos. La mayoría guardados en nuestra mente y corazón, pero también son parte de la memoria colectiva que nos vuelve a conectar.

Lo común en nuestra querida y añorada década de los ochenta era eso: vagancia total, fraternidad, exploración, descubrimiento y, sobre todo, asombro. 

Nuestras pláticas en la esquina de la cuadra iniciaban con un tema real y terminaban con las mejores mentiras contadas por algún amigo, pero que nos encantaba escuchar, y de pronto nos caía la tarde y nos llegaba la noche, y todos sabíamos que debíamos regresar a casa, parecía una especie de rutina, pero era todo lo contrario, cada día lo vivíamos hasta el límite, y de alguna manera el siguiente día lo hacíamos diferente.

¿Qué diferencias ven las nuevas generaciones? 

Me intriga mucho cuando jóvenes o hasta niños me preguntan: ¿En serio salían todo el día a la calle?, ¿En serio no pedían permiso y solo avisaban?, ¿En serio eran tan estrictos sus papás? Para algunos esto suena como una especie de narrativa o guion de película, pero realmente era nuestra vida.

Finalmente, cada vez en mayor proporción, nos volvemos más presos de esta aldea global, de la era digital o del mundo virtual, pienso que este puente generacional lleno de anécdotas, de sueños y fotografías de nuestra historia personal lo podemos ampliar más, compartiendo con los que están a nuestro lado, los que empiezan a vivir y experimentar, que la sabiduría proviene de los abuelos, el amor de la familia y la fraternidad de los amigos.

Ojalá y nos volvamos a encontrar, para compartir otra gran Plática para el Trayecto.

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