“Comí arroz echado a perder”: Armando Hernández revela entre lágrimas que vivió en la calle

Armando Hernández estuvo como invitado en el canal de YouTube de Yordi Rosado, donde abrió su corazón y contó algunos secretos de su vida personal.

El actor de 39 años platicó que cuando tenía 11 años sus padres se divorciaron y desde entonces su vida cambió y comenzó a experimentar cambios muy fuertes, que en muchas ocasiones no sabía cómo expresar, además de los problemas que empezó a tener con su padre.

"La secundaria fue un momento crítico para mí, se divorcian mis papás, cuando tengo 11 años, había muchos problemas, pasamos de ser una familia unida y hasta ejemplar a algo totalmente diferente... mi mamá se fue y de alguna forma mi hermana y yo quedamos varados", comenzó a relatar.

Añadió que en una ocasión se peleó con su padre a tal punto de tomar su bicicleta y salirse de su casa con únicamente un peluche para vivir algunos días en la calle.

Destacó que no entendió en ese momento el peligro en el que se puso o la desesperación que tuvo su padre a raíz de esta decisión. Su hermana, quien ya se había independizado, lo invitó a vivir con ella y su pareja en lo que las cosas se solucionaban.

"Salí tan dolido, salí tan las timado, tan confundido que no pensé en eso", dijo.

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No obstante, Armando recordó uno de los momentos más duros que pasó cuando vivió en la calle, pues contó que durante un rodaje le pedían que expresara mucha emoción y pidió a una de sus compañeras de escena que usara un costal de arroz, pues cuando estuvo en la calle fue el único alimento que encontró después de muchos días sin comer.

"Cuando salí de mi casa y viví en la calle unos días había una caja con una bolsa de arroz, y eso fue lo que comí días después de que me salí. Quería recordar ese momento para poder sacar la emoción. Fue lo primero que comí en varios días, era arroz echado a perder, pero el mejor alimento que he probado en mi vida ha sido eso", declaró entre lágrimas.

Finalmente, recalcó que hasta la fecha el sabor de ese arroz echado a perder lo recuerda a la perfección.

gbr