El momento más duro para un futbolista es descender, no perder una final: Salvador

12 del mediodía, domingo 24 de marzo y la afición de Nuevo León atiborraban el Estadio Universitario, escenario del Clásico Regio 51. Rayados visitaba a Tigres en un duelo que quedaría en los registros como el Clásico del Descenso. Los felinos debían ganar y esperar que Morelia perdiera con Veracruz, para mantener las esperanzas de continuar en la primera división.

Sin embargo, ninguno de los dos resultados se dio, los universitarios cayeron 2-1 en el Volcán ante el Monterrey, Omar Arellano marcó el 1 – 0 momentáneo en favor de locales, pero La Pandilla fue mejor y gracias a los goles de Sergio Verdirame y Luis Miguel Salvador, se quedaron con el triunfo, sumado a que Morelia perdió 1-0, se consumó el descenso.

A 24 años conversamos con los protagonistas de los dos goles albiazules, como se sintieron, que fue lo que vivieron, recordaron y revivieron sus goles en el momento preciso y precioso en el Volcán.

El del empate fue Sergio Verdirame, que describe el día de la siguiente manera.  

“Demasiado recordado, en ese momento nosotros no tomamos la importancia quizás debida, en ese momento lo jugamos como un clásico más. Es más hasta sentí, un grado de, no digo tristeza porque nunca voy a sentir tristeza por ganar un partido, pero sí un poco de compasión con mis colegas de profesión porque tenía muchos amigos en ese equipo de Tigres. De ahí en más lo que ya sabemos, cada año para mí tomó más importancia de la que para mí en ese momento yo le di”.

Por su parte, el ex directivo albiazul Luis Miguel Salvador recordó el duelo como el partido por el que se jugaban la opción de liguilla.   

“Era el segundo clásico que me tocaba jugar, yo había jugado en el 95 y habíamos ganado 2-1 y me tocaba el de vuelta en el Universitario. Lo que sí es que llegábamos a ese partido peleando por clasificar, que era lo que estábamos anhelando poder entrar a la liguilla y sabíamos que si sacábamos el resultado nos íbamos a meter de lleno y así pasó. En ese momento como jugador piensas en lo tuyo y a la hora del silbatazo, los compañeros del equipo de Tigres lo que estaban viviendo te cae en mente lo que había representado ese partido. A mí en especial fue el único gol que hice en clásicos, me tocó jugar dos clásicos y en ese momento metí gol, eran sentimientos encontrados, por un lado asegurar liguilla y por el otro lado el sentimiento de solidaridad con los compañeros”.

El del empate fue obra del Pibe Verdirame, elemento que nunca perdió un clásico y nos describió a detalle su gol.

“Me acuerdo clarito era un domingo al medio día y la jugada fue por el lado derecho, íbamos perdiendo 1-0 y tira un centro a pierna cambiada, de derecha a izquierda, techa al Tena Mungía, la agarró de volea. Siempre digo que esas pelotas de 20, entra 1 justo ese día entró, cuando sentí el golpeo yo sabía que iba para gol”.

“Fui a celebrarlo como siempre, a un costado, no me acuerdo si había alguien especial en ese momento. La verdad es que significó un gol en un clásico, que siempre va a ser importante, pero te repito con los años tomó más importancia que la que yo al menos ese día le di”.

Pero el del triunfo fue obra de Luis Miguel, fue su único gol en derbis regios y lo recordó de la siguiente manera.

“Fue un partido muy intenso, porque comenzamos el clásico perdiendo, había sido un tiro de Omar Arellano y quedamos perdiendo 1 – 0, luego viene un gran gol de (Sergio) Verdirame y al ratito lo que sucede es que yo estoy en una jugada en la línea del área grande, yo estoy de espaldas a la portería, yo no controlo bien el balón e hice lo instintivo, yo giro y doy la media vuelta, le pego entre el pie y la espinilla, no le doy de lleno con el empeine, ese movimiento genera una parábola muy extraña. Llega un punto muy alto, donde Siboldi que es muy alto, lo supera y luego cae, el movimiento y con la parte que le pegué hizo que entrara ese gol”.   

Incluso aprovechó de contar una anécdota de aquel duelo, situación que ocurrió previo al duelo.

“Yo tengo la anécdota de ese día, yo tenía como tres o cuatro pares (de tachones) y no se me olvida que le dije a uno de los utileros, tú escoge con que zapatos voy a jugar hoy, tú escoge con cuál voy a hacer gol, me dijo usa estos, los use y anoté. Me queda el recuerdo, porque teníamos claro que había que hacer gol, para ganar y clasificar”.

Ambos entregaron su vivencia sobre lo que significó ayudar a descender al archirrival.

“Sentimientos encontrados, no te voy a mentir, pero como no tomé dimensión de lo que venía a futuro hablo año tras año con ese clásico. En el momento sí, sentí una tristeza por mis compañeros de profesión, porque alguno se le podía acabar la carrera en un club importante como Tigres o iban a tener que jugar en una división de ascenso, porque para cualquier jugador debe ser horrible jugar el descenso y perder la categoría, cargar ese karma toda la vida”. Mencionó Sergio Verdirame.

“Cuando silba el árbitro, todos nosotros o la mayoría, estábamos pensando ahí que habíamos clasificado a la liguilla. En ese momento el sentimiento era que estábamos logrando nuestro primer objetivo, fue lo que estábamos celebrando. Después te das cuenta lo que estaban viviendo amigos y te acercas y les das un abrazo y un voto de apoyo, porque son  momentos muy complicados. El momento más duro que puede vivir un futbolista dentro de su carrera, yo creo que más que perder una final, es descender, porque es perder la categoría, el cómo viajas, ahora sí todo lo que hay atrás de estar en primera división. Teníamos amigos y aunque no los tuvieras eran compañeros de profesional, por lo que sí te duele”. Afirmó, Luis Miguel Salvador.

Por su parte, el ‘Pibe’ destacó lo siguiente al preguntarle, ¿Qué les dijo Don Jorge Lankenau?

“En esa época nos tocó la fortuna de ganar todos los clásicos, siempre me acuerdo que había premios dobles, había motivación extra. Don Jorge (Lankenau) siempre en ese momento quería motivación extra para los clásicos, pero no recuerdo que haya hablado con nosotros previo al partido. En ese momento lo único que piensa uno es jugar y ganar el partido, no lo que quedó después de eso, quedó para la historia, la gente cada vez lo recuerda más y en el caso de la gente del Monterrey lo disfruta más”.

Hoy ya se han disputado dos finales regiomontanas, una en la Liga MX y otra Internacional, pero el clásico del descenso es catalogado como una verdadera final, ante esta situación se le pregunto a los dos goleadores del duelo de 1996 cuál es más relevante y esto mencionaron.

“Cada clásico es distinto, lo que yo sí creo es que Rayados y Tigres se estarán enfrentando más seguido en finales, a que se vuelva a vivir un clásico en las circunstancias del descenso. Yo no veo ni en el mediano, ni en el largo plazo, de que exista la posibilidad de que puedan jugar Rayados contra Tigres otra situación similar, en cancha del Monterrey donde si gana Tigres, Monterrey desciende, no lo veo posible. Por eso te digo este es un clásico diferente, que vamos a ver más finales, liguillas en cualquier fase los vamos a ver, en todos los escenarios son importantes los clásicos, pero ese clásico es diferente porque para poderlo comparar tendría que haber algo similar y lo veo muy lejano”. Afirmó el expresidente del Monterrey.

“No sabría decirte, porque en mi caso, la viví en una final como en la del descenso en la cancha y la disfruté a mi manera, lo tomé como un clásico más de los cuales a mí no me tocó perder ninguno. En el clásico de la final regia en el que perdió Rayados la viví como periodista. En el de Concacaf la  viví muy de cerca también, la del descenso y la otra disfrutarla mucho, la de Conca el club (Monterrey) me tocó ser embajador, podría haber sido cualquier otro jugador del futbol regio y fue Batocletti y yo de parte de rayados, fui la primer persona que toqué la copa ese día”. Destacó el hoy locutor de RG La Deportiva.

Para finalizar, Luis Miguel Salvador, respondió la interrogante si el clásico que se jugó el 24 de marzo de 1996 es único.

“Sí, es a lo que voy es un clásico que va a ser muy difícil que se pueda vivir de nuevo, se van a vivir finales de liga, hasta finales de Concacaf, todo eso se va a volver a vivir. Yo digo que es muy difícil que se vuelva a vivir un clásico así donde haya tanto en juego y que sean esas mismas características”.

“El momento más duro que puede vivir un futbolista dentro de su carrera, yo creo que más que perder una final, es descender, porque es perder la categoría, el cómo viajas, ahora sí todo lo que hay atrás de estar en primera división. Teníamos amigos y aunque no los tuvieras eran compañeros de profesional, por lo que si te duele”.

“Yo no veo ni en el mediano, ni en el largo plazo, de que exista la posibilidad de que puedan jugar Rayados contra Tigres otra situación similar, en cancha del Monterrey donde si gana Tigres, Monterrey desciende, no lo veo posible”.

“Demasiado recordado, en ese momento nosotros no tomamos la importancia quizás debida, en ese momento lo jugamos como un clásico más. Es más hasta sentí, un grado de, no digo tristeza porque nunca voy a sentir tristeza por ganar un partido, pero sí un poco de compasión con mis colegas de profesión porque tenía muchos amigos en ese equipo de Tigres. De ahí en más lo que ya sabemos, cada año para mí tomó más importancia de la que para mí en ese momento yo le di”.

“En esa época nos tocó la fortuna de ganar todos los clásicos, siempre me acuerdo que había premios dobles, había motivación extra. Don Jorge (Lankenau) siempre en ese momento quería motivación extra para los clásicos, pero no recuerdo que haya hablado con nosotros previo al partido”.

12 del mediodía, domingo 24 de marzo y la afición de Nuevo León atiborraban el Estadio Universitario, escenario del Clásico Regio 51. Rayados visitaba a Tigres en un duelo que quedaría en los registros como el Clásico del Descenso. Los felinos debían ganar y esperar que Morelia perdiera con Veracruz, para mantener las esperanzas de continuar en la primera división.

Sin embargo, ninguno de los dos resultados se dio, los universitarios cayeron 2-1 en el Volcán ante el Monterrey, Omar Arellano marcó el 1 – 0 momentáneo en favor de locales, pero La Pandilla fue mejor y gracias a los goles de Sergio Verdirame y Luis Miguel Salvador, se quedaron con el triunfo, sumado a que Morelia ganó 1-0, se consumó el descenso.

A 24 años conversamos con los protagonistas de los dos goles albiazules, como se sintieron, que fue lo que vivieron, recordaron y revivieron sus goles en el momento preciso y precioso en el Volcán.

El del empate fue Sergio Verdirame, que describe el día de la siguiente manera.  

“Demasiado recordado, en ese momento nosotros no tomamos la importancia quizás debida, en ese momento lo jugamos como un clásico más. Es más hasta sentí, un grado de, no digo tristeza porque nunca voy a sentir tristeza por ganar un partido, pero sí un poco de compasión con mis colegas de profesión porque tenía muchos amigos en ese equipo de Tigres. De ahí en más lo que ya sabemos, cada año para mí tomó más importancia de la que para mí en ese momento yo le di”.

Por su parte, el ex directivo albiazul Luis Miguel Salvador recordó el duelo como el partido por el que se jugaban la opción de liguilla.   

“Era el segundo clásico que me tocaba jugar, yo había jugado en el 95 y habíamos ganado 2-1 y me tocaba el de vuelta en el Universitario. Lo que sí es que llegábamos a ese partido peleando por clasificar, que era lo que estábamos anhelando poder entrar a la liguilla y sabíamos que si sacábamos el resultado nos íbamos a meter de lleno y así pasó. En ese momento como jugador piensas en lo tuyo y a la hora del silbatazo, los compañeros del equipo de Tigres lo que estaban viviendo te cae en mente lo que había representado ese partido. A mí en especial fue el único gol que hice en clásicos, me tocó jugar dos clásicos y en ese momento metí gol, eran sentimientos encontrados, por un lado asegurar liguilla y por el otro lado el sentimiento de solidaridad con los compañeros”.

El del empate fue obra del Pibe Verdirame, elemento que nunca perdió un clásico y nos describió a detalle su gol.

“Me acuerdo clarito era un domingo al medio día y la jugada fue por el lado derecho, íbamos perdiendo 1-0 y tira un centro a pierna cambiada, de derecha a izquierda, techa al Tena Mungía, la agarró de volea. Siempre digo que esas pelotas de 20, entra 1 justo ese día entró, cuando sentí el golpeo yo sabía que iba para gol”.

“Fui a celebrarlo como siempre, a un costado, no me acuerdo si había alguien especial en ese momento. La verdad es que significó un gol en un clásico, que siempre va a ser importante, pero te repito con los años tomó más importancia que la que yo al menos ese día le di”.

Pero el del triunfo fue obra de Luis Miguel, fue su único gol en derbis regios y lo recordó de la siguiente manera.

“Fue un partido muy intenso, porque comenzamos el clásico perdiendo, había sido un tiro de Omar Arellano y quedamos perdiendo 1 – 0, luego viene un gran gol de (Sergio) Verdirame y al ratito lo que sucede es que yo estoy en una jugada en la línea del área grande, yo estoy de espaldas a la portería, yo no controlo bien el balón e hice lo instintivo, yo giro y doy la media vuelta, le pego entre el pie y la espinilla, no le doy de lleno con el empeine, ese movimiento genera una parábola muy extraña. Llega un punto muy alto, donde Siboldi que es muy alto, lo supera y luego cae, el movimiento y con la parte que le pegué hizo que entrara ese gol”.   

Incluso aprovechó de contar una anécdota de aquel duelo, situación que ocurrió previo al duelo.

“Yo tengo la anécdota de ese día, yo tenía como tres o cuatro pares (de tachones) y no se me olvida que le dije a uno de los utileros, tú escoge con que zapatos voy a jugar hoy, tú escoge con cuál voy a hacer gol, me dijo usa estos, los use y anoté. Me queda el recuerdo, porque teníamos claro que había que hacer gol, para ganar y clasificar”.

Ambos entregaron su vivencia sobre lo que significó ayudar a descender al archirrival.

“Sentimientos encontrados, no te voy a mentir, pero como no tomé dimensión de lo que venía a futuro hablo año tras año con ese clásico. En el momento sí, sentí una tristeza por mis compañeros de profesión, porque alguno se le podía acabar la carrera en un club importante como Tigres o iban a tener que jugar en una división de ascenso, porque para cualquier jugador debe ser horrible jugar el descenso y perder la categoría, cargar ese karma toda la vida”. Mencionó Sergio Verdirame.

“Cuando silba el árbitro, todos nosotros o la mayoría, estábamos pensando ahí que habíamos clasificado a la liguilla. En ese momento el sentimiento era que estábamos logrando nuestro primer objetivo, fue lo que estábamos celebrando. Después te das cuenta lo que estaban viviendo amigos y te acercas y les das un abrazo y un voto de apoyo, porque son  momentos muy complicados. El momento más duro que puede vivir un futbolista dentro de su carrera, yo creo que más que perder una final, es descender, porque es perder la categoría, el cómo viajas, ahora sí todo lo que hay atrás de estar en primera división. Teníamos amigos y aunque no los tuvieras eran compañeros de profesional, por lo que sí te duele”. Afirmó, Luis Miguel Salvador.

Por su parte, el ‘Pibe’ destacó lo siguiente al preguntarle, ¿Qué les dijo Don Jorge Lankenau?

“En esa época nos tocó la fortuna de ganar todos los clásicos, siempre me acuerdo que había premios dobles, había motivación extra. Don Jorge (Lankenau) siempre en ese momento quería motivación extra para los clásicos, pero no recuerdo que haya hablado con nosotros previo al partido. En ese momento lo único que piensa uno es jugar y ganar el partido, no lo que quedó después de eso, quedó para la historia, la gente cada vez lo recuerda más y en el caso de la gente del Monterrey lo disfruta más”.

Hoy ya se han disputado dos finales regiomontanas, una en la Liga MX y otra Internacional, pero el clásico del descenso es catalogado como una verdadera final, ante esta situación se le pregunto a los dos goleadores del duelo de 1996 cuál es más relevante y esto mencionaron.

“Cada clásico es distinto, lo que yo sí creo es que Rayados y Tigres se estarán enfrentando más seguido en finales, a que se vuelva a vivir un clásico en las circunstancias del descenso. Yo no veo ni en el mediano, ni en el largo plazo, de que exista la posibilidad de que puedan jugar Rayados contra Tigres otra situación similar, en cancha del Monterrey donde si gana Tigres, Monterrey desciende, no lo veo posible. Por eso te digo este es un clásico diferente, que vamos a ver más finales, liguillas en cualquier fase los vamos a ver, en todos los escenarios son importantes los clásicos, pero ese clásico es diferente porque para poderlo comparar tendría que haber algo similar y lo veo muy lejano”. Afirmó el expresidente del Monterrey.

“No sabría decirte, porque en mi caso, la viví en una final como en la del descenso en la cancha y la disfruté a mi manera, lo tomé como un clásico más de los cuales a mí no me tocó perder ninguno. En el clásico de la final regia en el que perdió Rayados la viví como periodista. En el de Concacaf la  viví muy de cerca también, la del descenso y la otra disfrutarla mucho, la de Conca el club (Monterrey) me tocó ser embajador, podría haber sido cualquier otro jugador del futbol regio y fue Batocletti y yo de parte de rayados, fui la primer persona que toqué la copa ese día”. Destacó el hoy locutor de RG La Deportiva.

Para finalizar, Luis Miguel Salvador, respondió la interrogante si el clásico que se jugó el 24 de marzo de 1996 es único.

“Sí, es a lo que voy es un clásico que va a ser muy difícil que se pueda vivir de nuevo, se van a vivir finales de liga, hasta finales de Concacaf, todo eso se va a volver a vivir. Yo digo que es muy difícil que se vuelva a vivir un clásico así donde haya tanto en juego y que sean esas mismas características”.

“El momento más duro que puede vivir un futbolista dentro de su carrera, yo creo que más que perder una final, es descender, porque es perder la categoría, el cómo viajas, ahora sí todo lo que hay atrás de estar en primera división. Teníamos amigos y aunque no los tuvieras eran compañeros de profesional, por lo que si te duele”.

“Yo no veo ni en el mediano, ni en el largo plazo, de que exista la posibilidad de que puedan jugar Rayados contra Tigres otra situación similar, en cancha del Monterrey donde si gana Tigres, Monterrey desciende, no lo veo posible”.

“Demasiado recordado, en ese momento nosotros no tomamos la importancia quizás debida, en ese momento lo jugamos como un clásico más. Es más hasta sentí, un grado de, no digo tristeza porque nunca voy a sentir tristeza por ganar un partido, pero sí un poco de compasión con mis colegas de profesión porque tenía muchos amigos en ese equipo de Tigres. De ahí en más lo que ya sabemos, cada año para mí tomó más importancia de la que para mí en ese momento yo le di”.

“En esa época nos tocó la fortuna de ganar todos los clásicos, siempre me acuerdo que había premios dobles, había motivación extra. Don Jorge (Lankenau) siempre en ese momento quería motivación extra para los clásicos, pero no recuerdo que haya hablado con nosotros previo al partido”.

12 del mediodía, domingo 24 de marzo y la afición de Nuevo León atiborraban el Estadio Universitario, escenario del Clásico Regio 51. Rayados visitaba a Tigres en un duelo que quedaría en los registros como el Clásico del Descenso. Los felinos debían ganar y esperar que Morelia perdiera con Veracruz, para mantener las esperanzas de continuar en la primera división.

Sin embargo, ninguno de los dos resultados se dio, los universitarios cayeron 2-1 en el Volcán ante el Monterrey, Omar Arellano marcó el 1 – 0 momentáneo en favor de locales, pero La Pandilla fue mejor y gracias a los goles de Sergio Verdirame y Luis Miguel Salvador, se quedaron con el triunfo, sumado a que Morelia ganó 1-0, se consumó el descenso.

A 24 años conversamos con los protagonistas de los dos goles albiazules, como se sintieron, que fue lo que vivieron, recordaron y revivieron sus goles en el momento preciso y precioso en el Volcán.

El del empate fue Sergio Verdirame, que describe el día de la siguiente manera.  

“Demasiado recordado, en ese momento nosotros no tomamos la importancia quizás debida, en ese momento lo jugamos como un clásico más. Es más hasta sentí, un grado de, no digo tristeza porque nunca voy a sentir tristeza por ganar un partido, pero sí un poco de compasión con mis colegas de profesión porque tenía muchos amigos en ese equipo de Tigres. De ahí en más lo que ya sabemos, cada año para mí tomó más importancia de la que para mí en ese momento yo le di”.

Por su parte, el ex directivo albiazul Luis Miguel Salvador recordó el duelo como el partido por el que se jugaban la opción de liguilla.   

“Era el segundo clásico que me tocaba jugar, yo había jugado en el 95 y habíamos ganado 2-1 y me tocaba el de vuelta en el Universitario. Lo que sí es que llegábamos a ese partido peleando por clasificar, que era lo que estábamos anhelando poder entrar a la liguilla y sabíamos que si sacábamos el resultado nos íbamos a meter de lleno y así pasó. En ese momento como jugador piensas en lo tuyo y a la hora del silbatazo, los compañeros del equipo de Tigres lo que estaban viviendo te cae en mente lo que había representado ese partido. A mí en especial fue el único gol que hice en clásicos, me tocó jugar dos clásicos y en ese momento metí gol, eran sentimientos encontrados, por un lado asegurar liguilla y por el otro lado el sentimiento de solidaridad con los compañeros”.

El del empate fue obra del Pibe Verdirame, elemento que nunca perdió un clásico y nos describió a detalle su gol.

“Me acuerdo clarito era un domingo al medio día y la jugada fue por el lado derecho, íbamos perdiendo 1-0 y tira un centro a pierna cambiada, de derecha a izquierda, techa al Tena Mungía, la agarró de volea. Siempre digo que esas pelotas de 20, entra 1 justo ese día entró, cuando sentí el golpeo yo sabía que iba para gol”.

“Fui a celebrarlo como siempre, a un costado, no me acuerdo si había alguien especial en ese momento. La verdad es que significó un gol en un clásico, que siempre va a ser importante, pero te repito con los años tomó más importancia que la que yo al menos ese día le di”.

Pero el del triunfo fue obra de Luis Miguel, fue su único gol en derbis regios y lo recordó de la siguiente manera.

“Fue un partido muy intenso, porque comenzamos el clásico perdiendo, había sido un tiro de Omar Arellano y quedamos perdiendo 1 – 0, luego viene un gran gol de (Sergio) Verdirame y al ratito lo que sucede es que yo estoy en una jugada en la línea del área grande, yo estoy de espaldas a la portería, yo no controlo bien el balón e hice lo instintivo, yo giro y doy la media vuelta, le pego entre el pie y la espinilla, no le doy de lleno con el empeine, ese movimiento genera una parábola muy extraña. Llega un punto muy alto, donde Siboldi que es muy alto, lo supera y luego cae, el movimiento y con la parte que le pegué hizo que entrara ese gol”.   

Incluso aprovechó de contar una anécdota de aquel duelo, situación que ocurrió previo al duelo.

“Yo tengo la anécdota de ese día, yo tenía como tres o cuatro pares (de tachones) y no se me olvida que le dije a uno de los utileros, tú escoge con que zapatos voy a jugar hoy, tú escoge con cuál voy a hacer gol, me dijo usa estos, los use y anoté. Me queda el recuerdo, porque teníamos claro que había que hacer gol, para ganar y clasificar”.

Ambos entregaron su vivencia sobre lo que significó ayudar a descender al archirrival.

“Sentimientos encontrados, no te voy a mentir, pero como no tomé dimensión de lo que venía a futuro hablo año tras año con ese clásico. En el momento sí, sentí una tristeza por mis compañeros de profesión, porque alguno se le podía acabar la carrera en un club importante como Tigres o iban a tener que jugar en una división de ascenso, porque para cualquier jugador debe ser horrible jugar el descenso y perder la categoría, cargar ese karma toda la vida”. Mencionó Sergio Verdirame.

“Cuando silba el árbitro, todos nosotros o la mayoría, estábamos pensando ahí que habíamos clasificado a la liguilla. En ese momento el sentimiento era que estábamos logrando nuestro primer objetivo, fue lo que estábamos celebrando. Después te das cuenta lo que estaban viviendo amigos y te acercas y les das un abrazo y un voto de apoyo, porque son  momentos muy complicados. El momento más duro que puede vivir un futbolista dentro de su carrera, yo creo que más que perder una final, es descender, porque es perder la categoría, el cómo viajas, ahora sí todo lo que hay atrás de estar en primera división. Teníamos amigos y aunque no los tuvieras eran compañeros de profesional, por lo que sí te duele”. Afirmó, Luis Miguel Salvador.

Por su parte, el ‘Pibe’ destacó lo siguiente al preguntarle, ¿Qué les dijo Don Jorge Lankenau?

“En esa época nos tocó la fortuna de ganar todos los clásicos, siempre me acuerdo que había premios dobles, había motivación extra. Don Jorge (Lankenau) siempre en ese momento quería motivación extra para los clásicos, pero no recuerdo que haya hablado con nosotros previo al partido. En ese momento lo único que piensa uno es jugar y ganar el partido, no lo que quedó después de eso, quedó para la historia, la gente cada vez lo recuerda más y en el caso de la gente del Monterrey lo disfruta más”.

Hoy ya se han disputado dos finales regiomontanas, una en la Liga MX y otra Internacional, pero el clásico del descenso es catalogado como una verdadera final, ante esta situación se le pregunto a los dos goleadores del duelo de 1996 cuál es más relevante y esto mencionaron.

“Cada clásico es distinto, lo que yo sí creo es que Rayados y Tigres se estarán enfrentando más seguido en finales, a que se vuelva a vivir un clásico en las circunstancias del descenso. Yo no veo ni en el mediano, ni en el largo plazo, de que exista la posibilidad de que puedan jugar Rayados contra Tigres otra situación similar, en cancha del Monterrey donde si gana Tigres, Monterrey desciende, no lo veo posible. Por eso te digo este es un clásico diferente, que vamos a ver más finales, liguillas en cualquier fase los vamos a ver, en todos los escenarios son importantes los clásicos, pero ese clásico es diferente porque para poderlo comparar tendría que haber algo similar y lo veo muy lejano”. Afirmó el expresidente del Monterrey.

“No sabría decirte, porque en mi caso, la viví en una final como en la del descenso en la cancha y la disfruté a mi manera, lo tomé como un clásico más de los cuales a mí no me tocó perder ninguno. En el clásico de la final regia en el que perdió Rayados la viví como periodista. En el de Concacaf la  viví muy de cerca también, la del descenso y la otra disfrutarla mucho, la de Conca el club (Monterrey) me tocó ser embajador, podría haber sido cualquier otro jugador del futbol regio y fue Batocletti y yo de parte de rayados, fui la primer persona que toqué la copa ese día”. Destacó el hoy locutor de RG La Deportiva.

Para finalizar, Luis Miguel Salvador, respondió la interrogante si el clásico que se jugó el 24 de marzo de 1996 es único.

“Sí, es a lo que voy es un clásico que va a ser muy difícil que se pueda vivir de nuevo, se van a vivir finales de liga, hasta finales de Concacaf, todo eso se va a volver a vivir. Yo digo que es muy difícil que se vuelva a vivir un clásico así donde haya tanto en juego y que sean esas mismas características”.

Frases Luis Miguel Salvador:

“El momento más duro que puede vivir un futbolista dentro de su carrera, yo creo que más que perder una final, es descender, porque es perder la categoría, el cómo viajas, ahora sí todo lo que hay atrás de estar en primera división. Teníamos amigos y aunque no los tuvieras eran compañeros de profesional, por lo que si te duele”.

“Yo no veo ni en el mediano, ni en el largo plazo, de que exista la posibilidad de que puedan jugar Rayados contra Tigres otra situación similar, en cancha del Monterrey donde si gana Tigres, Monterrey desciende, no lo veo posible”.

Frases Sergio Verdirame:

“Demasiado recordado, en ese momento nosotros no tomamos la importancia quizás debida, en ese momento lo jugamos como un clásico más. Es más hasta sentí, un grado de, no digo tristeza porque nunca voy a sentir tristeza por ganar un partido, pero sí un poco de compasión con mis colegas de profesión porque tenía muchos amigos en ese equipo de Tigres. De ahí en más lo que ya sabemos, cada año para mí tomó más importancia de la que para mí en ese momento yo le di”.

“En esa época nos tocó la fortuna de ganar todos los clásicos, siempre me acuerdo que había premios dobles, había motivación extra. Don Jorge (Lankenau) siempre en ese momento quería motivación extra para los clásicos, pero no recuerdo que haya hablado con nosotros previo al partido”.