"Dejé la secundaria para ayudar a mi papá; hoy pido justicia": Misael, joven brutalmente golpeado en Tehuacán

La búsqueda de un lugar con sombra para finalizar su venta del día terminó por ser el único motivo que llevó a un par de hombres a propinar una golpiza a Misael Galván Moral, el joven de 23 años de edad que se gana la vida a través de la venta de fruta en Tehuacán, Puebla, y que fue golpeado hasta quedar inconsciente en el sitio donde desde hace ocho años despacha solitario.

Misael tenía 15 años cuando dedicó de lleno su tiempo al negocio familiar. Él y su madre buscaron cobijo bajo un árbol para poder estacionar su triciclo desde el cual atendían a sus clientes y ofrecían jugo de piña y coco, así como fruta en gajos en una ciudad bien conocida por el calor incesante.

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Por aquel entonces la diabetes de su padre agravó y ahora tenía que someterse a diálisis para que su sangre se limpiara. Esto llevó a un joven Misael a abandonar sus estudios en la escuela secundaria para apoyar con la venta y obtener el recurso que les permitiera tanto a él como a su padre y madre llevar una vida aparentemente normal.

Misael ya era conocido como “El Piñas”, mote que adquirió debido a su destreza con el machete y a que era una de las frutas más consumidas en ese local improvisado. Su madre, doña Minerva Carmela Moral, fue quien consiguió la aprobación de los locatarios establecidos para que le permitieran ocupar un lugar entre la acera y la carretera.

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Aunque parecía que Misael y su madre ya eran parte de la comunidad de comerciantes, las agresiones no tardaron en aparecer. Uno de los locatarios, inconforme al parecer con la presencia de los Galván Moral, ya había tenido acercamiento con ellos para tratar de retirarlos del sitio.

A las agresiones verbales le siguió el hostigamiento físico, pues las acciones subieron de tono cuando un grupo de policías de tránsito recibieron un llamado alegando que Misael y familia obstruían el paso con su carrito de fruta. Pero al demostrar que esto no era así, los uniformados terminaron por retirarse, aunque hubo quienes no quedaron conformes.

La pesadilla de Misael en Tehuacán: golpeado hasta quedar inconsciente por vender fruta junto a un taller de autos

Para Misael parecía un día normal la tarde de aquel 21 de mayo. Era miércoles. El calor obligaba a los transeúntes a clavar la mirada sobre aquel carrito de fruta desde donde los cocos, las piñas y la sandía envasada le hacían ojitos a cualquiera.

Sin embargo, fue aquí donde inició la pesadilla para el joven vendedor, ya que Julio, dueño de un taller, y su hijo Gerson lo increparon y reclamaron por haber colocado el carrito de fruta en una zona donde, según alegaron, era un espacio asignado para que ellos pudieran estacionar sus vehículos.

Pero las palabras se terminaron pronto. Ambos sujetos decidieron golpear, ahorcar y tirar con saña a un Misael que no hizo nada por defenderse. Gerson, el más joven, aprovechó esta situación para azotarlo contra el suelo provocando que “El Piñas” quedara inconsciente, inmóvil.

Todo quedó grabado gracias a la cámara de un conductor que se estacionó cerca del sitio y que decidió evidenciar la agresión.

“No supieron controlar su ira. Se fueron luego luego a los golpes y la violencia es mala. Y por eso ahorita quiero justicia, que los metan a la cárcel porque la violencia no está bien”, relató Misael en su visita del viernes al Congreso de Puebla, donde algunos diputados le garantizaron ofrecer asesoría legal para emprender la demanda.

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Tehuacán despertó con el caso Misael: incendios, agresiones y disturbios tras la golpiza al joven vendedor

La verdadera hecatombe apenas iniciaba. El caso Misael no pasó desapercibido para nadie debido a que el video circuló en medios de comunicación, redes sociales y de voz en voz. Esa misma noche un grupo de pobladores acudió hasta el taller para prenderle fuego. Dieron también con la vivienda del agresor y quemaron su patrimonio.

La intención de la turba era linchar a los agresores, según confirmó el secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, quien explicó que la tragedia pudo evitarse a tiempo debido a la activación del protocolo anti linchamientos en el municipio.

Mensajes de odio inundaron las redes sociales. Fotografías de Misael se compartían en grupos de WhatsApp y de vocería en Tehuacán. La vivienda quemada y un coche calcinado también fueron parte de las imágenes del caso, y en medio de todo el caos surgió una voz femenina que pidió un alto a la violencia.

Era Minerva Carmela pidiendo justicia para su hijo, pero insistiendo en que “violencia no se cobra con violencia”. La plegaria pareció ser escuchada, pues ese mismo jueves los agresores de Misael fueron detenidos según dio a conocer la autoridad del estado.

Después de las agresiones Misael acudió a la Fiscalía para levantar la denuncia por las agresiones recibidas. Fue hasta más tarde, después de horas de papeleo, que por fin acudió a recibir atención médica, siendo el Ayuntamiento de Tehuacán quien le brindó este servicio.

“Entre momentos me duele la cabeza, pero ahorita vamos a darle seguimiento. La otra semana me van a sacar otras radiografías para ver si no tengo nada inflamado y descartar secuelas del golpe”, finalizó Misael Galván, el joven que logró movilizar a todo un municipio y que no descarta buscar encarcelar a quienes le propinaron una salvaje golpiza en Tehuacán, Puebla.

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