Según las investigaciones, este grupo delictivo amenazaba a compañías transportistas con dañar sus unidades o agredir a sus choferes si no entregaban fuertes sumas de dinero.
Si bien el domicilio presentaba daños importantes por las llamas y el humo, la posición de la víctima y algunos "indicios" en el punto generaron sospechas entre los equipos de rescate de El Salto.
Adán Domínguez León, coordinador de Seguridad Pública de El Salto detalló que, al no cesar el intento de apaciguamiento, los agentes procedieron a usar la fuerza de manera progresiva, tal como lo estipula la ley.