Sus principales afectaciones son el robo de subestación como pastillas y cableado, además, impide el servicio de agua potable pues la bomba es eléctrica, lo cual dificulta el regreso a clases presenciales.
Van más de 100 escuelas de Tampico que han regresado y estiman que en marzo de este año, la totalidad esté en el modelo presencial, siempre y cuando ya no haya rebrotes.
Durante su mensaje dominical, recordó que en Nuevo León existe una escasez de agua, y por ello invitó a los fieles católicos a cuidar el agua y a rezar para que llueva pronto.