La denunciante notó que el mismo par de guardias abordaba a otras dos jóvenes con la misma intención. Lo que le llevó a creer que hay algo raro en los guardias y a cuestionar la finalidad de sus acciones.
El hombre radicaba formalmente en Hawái, en los Estados Unidos, donde también viven sus hijas; sin embargo, viajaba constantemente a tierras tapatías, donde también tenía patrimonios.
En las imágenes, el exoficial es captado pateando en el rostro a un hombre que se encontraba en cuclillas sobre la banqueta, dejándolo aparentemente inconsciente.