Después de una larga jornada de manifestaciones y exigencias el pueblo de Puerto Rico logró derrocar al gobernador del país de una manera pacífica y todos los artistas boricuas lo festejaron.
La isla enfrenta además una grave crisis económica, con una tasa de pobreza del 45 por ciento y un desempleo que representa el doble de la media de Estados Unidos.
Miles de puertorriqueños, en su mayoría jóvenes, se reunieron en las cuadras frente a la mansión del gobernador. Agitaron banderas y encendieron fuegos artificiales.