Dichos cierres se realizaron desde el 10 de diciembre a fin de evitar que las personas acudieran a la Basílica de Guadalupe, para festejar a la Virgen Morena.
Aunque los creyentes de la Guadalupana llegaban de manera constante, no se registraron aglomeraciones debido a que no podían estar más de cinco minutos en el lugar.
Debido al Covid-19 y las restricciones impuestas por el Gobierno de la Ciudad de México, el templo pasó de 11 millones de peregrinos del 1 al 12 de diciembre del año pasado, a menos de 200.
En el recinto ubicado en la calle Jalisco y Castelar de la referida colonia, se encuentra una barrera de flores que impide la entrada al templo, los feligreses arriban hasta ahí y comienzan sus plegarias a la Virgen que se encuentra en dos coronas de
Pese al dispositivo de seguridad montado en la Basílica y sus alrededores, algunos peregrinos llegaron al recinto con la esperanza de ver a la Virgen de Guadalupe.
Las calles cerca de la Basílica de Guadalupe se encuentran cerradas para evitar glomeraciones en la zona; pero esto lejos de ayudar causa un colapso vial.