Desde temprano algunos laguneros acudieron a rosarios para San Judas Tadeo, aunque otros más vivos supieron llegar al final del rezo, justo a tiempo para formarse y pedir su plato de reliquia.
La Iglesia manifiesta su rechazo a que se vincule a esa figura con la de San Judas Tadeo; alega que este culto surge de ignorancia de los fieles e incluso de la piratería de imágenes.