Regreso a clases presenciales colapsará el transporte público en Nuevo León
La Asociación de Transporte Público de Pasajeros aseguró que no cuentan con los recursos necesarios para brindar un servicio de calidad.
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MONTERREY.- La administración de Jaime Rodríguez Calderón está a cinco meses de concluir, y durante su gestión, la problemática del transporte público se volvió crítica, a tal grado de que hoy, está al borde del colapso.
Con el inminente regreso a clases presenciales y la movilización estudiantil que esto implicaría, la Asociación de Transporte Público de Pasajeros aseguró que no cuentan con los recursos necesarios para brindar un servicio de calidad.
En 2015, año en que inició la administración de Rodríguez Calderón, había 5 mil 394 camiones. Ahora quedan 3 mil 293 de los cuales sólo 2 mil 735 están en servicio, y los 558 restantes están en el taller.
Las otras 2 mil unidades vencieron su tiempo de vida útil, fueron embargadas o bien fueron vendidas a otros estados ante la imposibilidad de pagar los créditos.
Además, en el presente sexenio desaparecieron 56 rutas por la ineficiencia ante lo largo de los recorridos y la baja cantidad de pasaje.
Aunque la nueva normalidad evidenció las carencias del transporte público, desde hace años atrás, el servicio iba en declive tras una serie de desencuentros entre el Gobierno y los empresarios del transporte.
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El 18 de septiembre de 2018, el Consejo Estatal del Transporte y Vialidad (CETyV) aprobó por mayoría un incremento a las tarifas que iría de 12 a 13 pesos para los camiones con un desliz de 50 centavos cada 90 días hasta noviembre del 2021.
Ante el rechazo de la población, el gobernador ordenó estudios que avalaran el tarifazo, pero dejaron pasar los meses y no volvieron a tocar el tema, lo cual provocó una reacción de los empresarios, quienes pidieron que la tarifa incrementara de 12 a 17 pesos en enero de 2019.
En ese mismo mes, el gobernador nuevamente se comprometió a buscar alternativas para aligerar el golpe al bolsillo y a los pocos días, dio un rotundo no al tarifazo.
Los usuarios cargaron con las consecuencias del desacuerdo entre autoridades y empresarios pues en abril del 2019, los transportistas hicieron paro de labores como una medida de presión. Incluso, algunas rutas suburbanas se fueron por la libre y subieron las tarifas.
Durante 2019 hubo tres diferentes propuestas para incrementar el costo del pasaje, pero en noviembre el tema murió y finalmente no hubo incremento.
Con la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19, los transportistas señalaron que no pueden ampliar el servicio por la falta de financiamiento para la adquisición de nuevas unidades y solvencia económica para arreglar los camiones que tienen en los talleres. (finales del 2020)
Mientras tanto, quienes sufrirán las consecuencias nuevamente serán los usuarios, que se enfrentarán a aglomeraciones de camino a la escuela, al trabajo o de regreso a casa por la falta de unidades de transporte público. (mayo del 2021)
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